La catedral de Guildford está construida sobre una colina, dominando la
ciudad. En la colina, a parte de unas casas residenciales, no hay mucho.
Me sorprendió al inicio porque las catedrales suelen estar en medio de
los pueblos, en el centro de la vida ciudadana. Con su exterior de
ladrillo rojo, sus paredes muy cuadradas, no es muy atractiva por fuera,
pero sí muy bonita por dentro.Se construyó a principios del siglo XX, como crecía la población de la región, la diócesis de Winchester tomó la decisión de partirse en tres, creando la diócesis de Guildford. Hasta ahora, era un pueblo, ahora se convirtió en ciudad importante. El primer obispo llegó en 1927.
Antes se usaba la iglesia de la Santa Trinidad de High Street, la calle principal. Al interior, la nave es muy aireada, con elegantes columnas finas, y un órgano. Durante la segunda guerra mundial, la catedral sirvió para esconder el reloj de Guildford, emblema de la ciudad, porque los habitantes tenían miedo de que los bombardeos la destruyeran.
Hoy la catedral es un lugar de vida. Se organizan muchos conciertos, de música religiosa o no, se hacen eventos caritativos…
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