LA VIDA DE MAHOMA.

La ascensión de Mahoma. Miniatura del S. XVI.

 

Mahoma nació alrededor del año 570 en La Meca en el seno de una familia aristocrática, pero quedó huérfano pronto. Fue educado por su tío Abu Talib y viajó por las rutas caravaneras del desierto como mercader.

A los veinticuatro años entró al servicio de una viuda rica, Jadiya, con la que después se casó y tuvo cuatro hijas y dos hijos, aunque estos últimos murieron en la infancia. Fátima, la primogénita, fue la más conocida. Se casó con su tío Alí, hijo de Abu Talib. Tras la muerte de Jadiya, Mahoma tuvo muchas otras esposas. La más famosa fue Aisha, hija de Abu Bakr, uno de los más influyentes aristócratas de La Meca. Mahoma era un devoto practicante de la religión, hacía retiros para orar y meditar, y a los cuarenta años comenzó a tener visiones y revelaciones.

Se cuenta que una noche del año 610, se le apareció en sueños el ángel Gabriel y le anunció que, a partir de ese momento, sería el profeta de Alá y recibiría sus enseñanzas, que debía transmitir a todos.

Sus primeros seguidores fueron Jadiya y Alí, y poco a poco fue ganando adeptos, puesto que predicaba que Alá no quería las injusticias ni la opresión de los ricos sobre los pobres, y que era misericordioso recompensando a los justos, pero también implacable castigando a los injustos.

Algunos pasajes del Corán muestran a Mahoma como intermediario para transmitir a los humanos la palabra de Dios:

«(habla Abraham rogando a Alá): ¡Señor! Haz que surja entre ellos (los árabes) un enviado de su estirpe que les recite tus aleyas y les enseñe la escritura y la sabiduría y les purifique.» (2, 129).

«Hemos concluido un pacto con los profetas, contigo (Mahoma), con Noé, con Abraham, con Moisés y con Jesús, hijo de María.» (33, 7).

«(Alá) borrará las malas obras y mejorará la condición de los creyentes que hayan obrado bien y creído en la revelación hecha a Mahoma, la cual es la verdad que proviene de su Señor.» (47, 2).