El boxeador estadounidense Cassius Clay en 1963. En 1964 se convirtió al islam y tomó el nombre de Muhammad Alí.
En
Estados Unidos hay cerca de cinco millones de musulmanes. Muchos son
inmigrantes que provienen de países islámicos, pero cerca de dos
millones son afroamericanos, es decir, descendientes de negros
africanos, que fueron llevados como esclavos a América. Son conversos al
islam, por ser una religión que, según ellos, defiende sus derechos
mejor que el cristianismo, ya que esta era la religión de quienes los
esclavizaron. Han tenido líderes muy conocidos, como Malcolm X, que
lucharon por la igualdad de derechos entre blancos y negros.
El grupo principal de estos musulmanes negros, llamados black muslims en inglés, se denomina «Nación del islam». Una parte de ellos reconoce en la actualidad como líder a Louis Farrahan.
Una
de las razones que puede tener una persona para convertirse a otra
religión puede ser el sentimiento de discriminación dentro de su cultura
o nación y que esa discriminación esté relacionada con un credo
determinado.
Este
es el caso de Cassius Clay, campeón del mundo de boxeo y campeón
olímpico, que se convirtió al islam en 1964 y adoptó el nombre de
Muhammad Ali. En 1967 se negó a incorporarse al ejército alegando ser
musulmán y objetor de conciencia.
Estas
situaciones en las que se vulneran los valores de igualdad pueden
empujar a una persona a adherirse a una religión que refleje mejor sus
ideales. Así ocurrió también en la India hace cincuenta años. Surgió un
movimiento revolucionario entre la casta de los parias que consideraba
que el hinduismo les mantenía en una posición subordinada, por lo que
optaron por hacerse budistas. A partir del nombre de su líder reciben el
nombre de budistas Ambedkar.
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