viernes, 21 de junio de 2013

Ábside.

(Latín, apsis o absis, griego jónico, apsis, un arco).
Terminación semicircular o poligonal al coro o alas de una iglesia. A veces se le da una terminación similar a los transeptos y a la nave. En arquitectura eclesiástica el término generalmente denota esa parte de la iglesia donde se sienta el clero o donde se coloca el altar. Se llamó así porque usualmente tenía forma de domo o cúpula, y así fue utilizado por griegos y romanos. El término a veces se aplica a un dosel encima de un altar; a un domo; al techo arqueado de una habitación; el asiento del obispo en las iglesias antiguas; a un relicario; a un nicho, de forma semicircular, cubierto con una bóveda en forma de un semi-domo o cualquier otra descripción de techo.
El ábside siempre es sólido por debajo, aunque generalmente suele estar interrumpido por ventanas arriba. El chevet (ábside lobulado) es un ábside, siempre rodeado por un enrejado abierto de columnas en la planta baja, y que se abre en una nave, que de nuevo se abre en tres o más capillas absidales. A veces el ábside es un semicírculo simple; de éste sale, en algunas iglesias grandes, un semicírculo más pequeño, como la corona de Becket en Canterbury, y como en las iglesias de Sens, Langres y muchas otras en Europa. A veces el coro termina con tres ábsides ---uno a la nave central y uno a cada ala lateral, como en Autun. A veces el diseño es un semicírculo, cada intercolumnio tiene un ábside semicircular que sobresale, formando un grupo de ábsides, como en Beauvais, Troyes, Tours, etc. El coro de fecha posterior en Le Mans está rodeado por no menos de trece ábsides; el central es dos veces la profundidad de los otros y forman la Capilla de la Nuestra Señora. Los grandes ábsides redondos y poligonales generalmente tienen capillas radiadas en el interior, como en la Abadía de Westminster.
El término ábside se usó por primera vez en una basílica romana, de la que era un rasgo característico. Había un ábside en el templo de Marte Ultor, el cual ahora está completamente arruinado, pero en el tiempo de Sabaco y Paladio, parecía que había suficientes restos como para justificar un intento de restauración. Es de diseño casi cuadrado (112 x 120 pies). El cela aquí es una parte mucho más importante lo que es usual en los templos griegos, y termina en un ábside que después se volvió característico de todos los lugares de culto. En la basílica de Trajano en un extremo había un gran ábside semicircular, cuya parte de atrás estaba levantada, a la que se llegaba por una fila semicircular de escalones. En el centro de esta plataforma se levantaba el asiento del cuestor u otro magistrado que presidía. A cada lado, sobre los escalones, estaban los lugares para los asesores u otros que participaban en las actividades que se realizaban. Delante del ábside se colocaba un altar, donde se realizaba un sacrificio, antes de comenzar alguna actividad pública importante.
En la basílica, cuando se usó como un lugar de culto cristiano, que data del siglo IV, toda la congregación de los fieles se podía reunir y participar en ceremonias y devociones. El obispo tomaba el lugar ocupado antiguamente por el pretor o cuestor; los presbíteros, los lugares de los asesores. Se requirió muy pocos cambios para erigir un altar cristiano en el lugar frente al ábside, donde los paganos había vertido sus libaciones al comienzo y conclusión de toda actividad importante. La basílica de los paganos se convirtió en la ecclesia, o lugar de asamblea de la primera comunidad cristiana.
En la iglesia de Ibrihm, en Nubia, existe la peculiaridad de un ábside interior, que llegó a ser generalizado en Oriente, pero menos frecuente en las iglesias occidentales, aunque lo suficiente para hacer digna de mención su introducción en este primer período. Otro ejemplo para hacer esta forma temprana inteligible es el de la iglesia de San Reparato, cerca de Orléansville en Argelia, el antiguo Castellum Tingitanum. Según una inscripción que todavía existe, fue erigida en 252; pero el segundo ábside parece haber sido añadido cerca del año 403, para contener la tumba del santo. Como está ahora es una basílica de doble ábside, de 80 pies de largo por 52 de ancho, dividida en cinco naves, y exhibe a escala de miniatura todas las peculiaridades de diseño que una vez pareció que no se adoptarían sino siglos después. En este caso ambos ábsides son interiores, para que las naves laterales sean más largas que la central; al parecer ninguna porción de ellas se separó para calcidica o sacristías, como se hacía a menudo en esa época. En Parenzo, Istria, hay una basílica construida en el año 542, con tres naves y un ábside al final de cada uno.
La iglesia en Torcello, cerca de Venecia, presenta uno de los más extensos y mejor preservados ejemplos de los accesorios del ábside, y da una mejor idea de cómo se colocaron originalmente los ábsides de las iglesias que cualquiera a ser encontrada en cualquier otra iglesia de esos tiempos o anteriores. El ábside de la capilla de San Quinide, probablemente del siglo IX o X, es la parte más antigua así como la más singular de la iglesia, y está formada de un modo del cual no se conoce ningún otro ejemplo. En la parte exterior, es los dos lados de un cuadrado; internamente, un semicírculo; en cada ángulo del exterior y en cada cara hay una pilastra que imita bastante bien el orden corintio, y en la cual se apoya un entablamento, que muy bien puede hacer que un anticuario del norte lo confunda con un templos paganos. El plano de la iglesia de Planes merece ser citado, si no por su mérito, por lo menos por su singularidad; es un triángulo con un ábside unido a cada lado, y que sostiene una parte circular que termina en un techo plano. Es curioso como un rompecabezas, pero es dudoso a qué utilidad sirvió tal rareza. La iglesia de Ste-Croix en Mont Majour de Mont Arles es una iglesia de tres ábsides, la cual alejadamente es la única de su tipo. Construida como una capilla sepulcral, es una erección singularmente lúgubre, pero apropiada. En las antiguas iglesias bizantinas de Rávena, en varias iglesias del Rin, así como Santa Sofía de Constantinopla, se retuvo el ábside en el estilo bizantino.
El ábside se adoptó casi universalmente en Alemania, y es muy común en Francia e Italia. En partes diferentes de Inglaterra hay muchas iglesias con ábsides semicirculares en el extremo oriental, principalmente en el estilo normando, y algunas en las que esta forma fue alterada evidentemente en un período posterior. En varios casos las criptas debajo han retenido la forma cuando la superestructura ha sido alterada. El ábside es virtualmente un rasgo continental y contrasta con la terminación cuadrada de la obra gótica inglesa. El ábside semicircular tradicional, grandemente aumentado y en estilo perfeccionado, transformado a un diseño poligonal, es la terminación oriental más característica de las iglesias más grandes de Francia. El ábside románico bajo, cubierto con el semi-domo primitivo y rodeado con su pared simple, no presentó dificultades constructivas y no produjo efectos imponentes. Pero el elevado chevet francés, con su bóveda de muchas celdas, sus pisos en arcadas, sus naves circundantes, y sus capillas radiadas, imponían las facultades inventivas al máximo y extasiaban los ojos del espectador.
El ábside de San Germain-des-Prés (segundo cuarto del siglo XII) puede considerarse razonablemente como el primer gran ábside gótico jamás construido. La catedral de Norwich es quizás el ejemplo más fino del ábside redondo en Inglaterra. La catedral de Durham, cuya nave y coro se terminaron casi como se ven ahora a principio del siglo XII, tenía un ábside originalmente, pero éste fue derribado debido a un defecto en la albañilería y la magnífica capilla actual de los Nueve Altares la substituyó en el siglo XIII. La forma absidal se encuentra de vez en cuando en Inglaterra, como en Lichfield y Westminster. Hay un ábside en cada brazo del transepto en las iglesias de Melbourne, Gloucester, Ramsay, Chichester, Chester, Norwich, Lindisfarne, Iglesia de Cristo en Hants, Tewkesbury, Castillo Acre, Evesham. Si el transversal era largo, a menudo habría dos ábsides en cada brazo, como en Cluny, Canterbury, la de San Agustín y la de San Albans.

Bibliografía: FERGUSSON, A History of Architecture in all Countries (Londres 1893), GWILT, Encyclopedia of Architecture (Londres 1881); FLETCHER, A History of Architecture (Londres, Nueva York, 1896), WEALE, Dict. of Terms in Rudimentary Series (Londres, 1859-93); MOORE, Development and Character of Gothic Architecture (Londres, Nueva York, 1899); LONGFELLOW (ed.). A Cyclopedia of Works of Architecture in Italy, Greece and the Levant (Nueva York, 1895).
Fuente: Poole, Thomas. "Apse." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01659a.htm>.
Traducido por Giovanni E. Reyes. lhm

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