Melchor
Hoffman parece haber sido la conexión entre
los brotes anabaptistas de Suiza y el sur de Alemania, y los
de Holanda y el norte de Alemania. Empezó su carrera
como predicador luterano con cierto éxito en Suecia,
Dinamarca y el norte de Alemania. Pero sus ideas fueron evolucionando,
primero hacia Zuinglio, luego hacia el anabaptismo, a la vez
que se radicalizaba su interpretación de las profecías
de Daniel y del Apocalipsis de Juan. Parece haberse convencido
de que el fin del mundo llegaría en 1533. En 1530,
habiendo adoptado definitivamente el anabaptismo en Estrasburgo,
empezó un ministerio de evangelizador itinerante en
el norte de Alemania y los Países Bajos.
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Melchor Hoffman
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2. Mientras tanto las ideas apocalípticas de Hoffman habían prendido fuego en el polvorín que era el norte de Alemania y los Países Bajos, dando lugar en la ciudad alemana de Münster al episodio más oscuro del anabaptismo del Siglo XVI, episodio que los historiadores siempre han pintado como típico del anabaptismo.
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Las jaulas en que fueron
exhibidos públicamente el «Rey de la Nueva Jerusalén»
y sus lugartenientes.
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El obispo católico de Münster, que era también el soberano de la ciudad, asedió la ciudad con la ayuda de varios príncipes alemanes y con la intención de arrebatársela a los anabaptistas. Matthys pereció en una escaramuza, pero le sucedió Jan de Leiden, que declaró ser el nuevo Rey David e instituyó la poligamia, a la vez que gobernaba la ciudad con mano de hierro en nombre del Señor. Por fin, después de un asedio prolongado, cayó la ciudad ante las fuerzas del obispo. El Rey de la Nueva Jerusalén, junto con sus dos lugartenientes, fueron exhibidos públicamente en jaulas de hierro y luego ejecutados con crueldad ejemplar. Las jaulas todavía se pueden ver en la torre de una de las iglesias de Münster.
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