El poder divino de la ciencia
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La civilización sumerio-acadia, primero, y de Babilonia, más tarde, fueron culturas avanzadas con un concepto de la educación muy cuidado y una religión de resonancias astrológicas, que se concentraba en los complejos ritos que probablemente se practicaban en los famosos zigurats.
La primera ciudad sumeria según la leyenda fue Eridu. En la segunda (Badtibira) reinó el pastor Dumuzi, que se casó con la diosa Inanna. Después vino un diluvio (se ha comprobado que, efectivamente, hacia 2900 antes de nuestra era, la zona sufrió un cataclismo de estas características) y un único superviviente, Ziusudra, vio cómo la civilización sumeria tenía que empezar de cero hasta alcanzar las grandes cotas de civilización bajo el mítico rey Gilgamesh. Más tarde llegaron los acadios, pueblo semita dirigido por su soberano Sargón. Tras siglos de alternancia y mezcla con pueblos extranjeros, como los amorreos y los enigmáticos qutu, la religión de la zona presenta evidentes características eclécticas, debido a los diversos orígenes de cada pueblo que la habitó. Por ejemplo, con la invasión de Sargón, la lengua acadia se impuso, pero se permitió usar el sumerio para el culto.
Los zigurats -su tipo de construcción más original- eran unas pirámides escalonadas de las que han quedado algunos vestigios -en ocasiones muy completos-, cuya función es motivo de controversia para muchos estudiosos. Algunos los consideran enormes altares. Lo más probable es que fueran sede de los ritos hierogámicos en los que la sacerdotisa se unía a la divinidad, representada por el rey o el sumo sacerdote. Desde la cima de los zigurats es muy probable que los magos y adivinos observasen las estrellas.
Los sacerdotes sumerio-acádicos eran instruidos en las edubba (literalmente, "casa de las tablillas", puesto que la escritura cuneiforme propia de esta cultura se se consignaba sobre tablillas de barro) y la enseñanza superior incluía temas de teología y lectura de textos sagrados. Después seguía la formación necesaria para desempeñar ciertas funciones, ya que el sacerdocio incluía varias especialidades. Por ejemplo, los Gudu se ocupaban de la unción; los Gala, de los cánticos; los Mashmash, de los conjuros; los Mashushu, de la adivinación, y los Ukku, de los funerales. Respetaban jerarquías: los sacerdotes "jefes" solían ser parientes del rey y pertenecían a las categorías superiores, llamadas sanga y nubanda. Las mujeres sacerdotisas (nidingir y nunig) tenían el estatus de ayudantes.
La religión sumerio-acádica tenía muy en cuenta la agricultura y los astros, por lo que las estaciones, el agua y la fertilidad eran conceptos muy importantes en el rito. El templo era el centro de culto y era llamado "casa" tanto en sumerio (e) como en acadio (bitu). Los santuarios eran llamados esh. Durante las celebraciones, se hacían libaciones de agua, cerveza, vino, zumo de dátiles e incluso aceite, y se realizaban sacrificios de animales, así como prácticas adivinatorias. Cualquier excusa era buena para celebrar una fiesta ritual: una victoria militar, la construcción de un templo, el cambio de estación o la cosecha. La fiesta del año nuevo era la más importante. También, aparte del panteón de los dioses, se creía en los demonios, por lo que los exorcismos practicados por sacerdotes especializados eran frecuentes.
Babilonia: religión y astrología
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Como civilización mesopotámica posterior, Babilonia se sustentó en los pilares culturales de las tradiciones precedentes, en especial la sumerio-acadia. En el ámbito religioso es muy evidente. Los pueblos que habitaron sucesivamente Babilonia (amorreos, caldeos, arameos, casitas) eran de mentalidad abierta y no les importó conservar las tradiciones religiosas que les habían precedido. Hubo aportaciones, evidentemente (por ejmplo, los casitas incorporaron los principales dioses de su propio panteón, como Kashshu, Shulimaya y Shugamuna), pero la lengua principal de culto siguió siendo sumeria. Además, la mayoría de dioses, aun con estos nombres, son básicamente los de la tradición sumeria y acadia.
Entre ellos, la figura central era Marduk (el Enlil sumerio), que era conocido con más de cincuenta nombres y se convirtió en paradigma y protagonista del poema que relata el mito cosmogónico babilónico, el llamado Enuma Elish. En honor de Marduk se construyó el mayor templo babilónico, el Esagila. Las diversas escuelas teológicas de Babilonia, Ur, Sippar y Eridu, aportaban tantas deidades que el sincrético panteón babilónico consta de más de tres mil, debidamente jerarquizadas y agrupadas en familias. No obstante, se ha podido constatar que el culto a Marduk y a sus familiares era practicado por las clases dirigentes: los babilonios de a pie parecían confiar más en una especie de dioses personales o familiares, y en las prácticas de magia y brujería.
Dado el ingente número de dioses, existían muchos templos. En ellos se adoraba a las estatuas (los dioses se representaban siempre de modo antropomorfo, y su comportamiento era muy humano en los mitos), que eran limpiadas, vestidas y alimentadas con ofrendas casi a diario. Los demonios, que también eran importantes en la cultura religiosa babilónica, eran representados como híbridos entre humanos y animales, y su dominio era la noche. Eran muy temidos, por lo que la figura de los exorcistas era muy importante. Como en Sumer, los sacerdotes y sacerdotisas estaban especializados en distintas funciones y aunque cambien algunos nombres, seguían siendo especialistas. Sin embargo, una aportación importante era la del Urigallu, o custodio del templo. El sumo sacerdote, que estaba por encima de todos los servidores de los dioses, era denominado Enu.
La mayoría de divinidades eran de origen astral. Los babilonios pensaban que los astros eran imágenes de los dioses y que podían influir en el destino humano, por lo que los observaban y les rendían culto. En Nínive y Babilonia hubo grandes observatorios donde los astrónomos y astrólogos documentaban, estudiaban y predecían con precisión eclipses y otros fenómenos, tal vez los primeros de los que hay constancia escrita en la historia de la humanidad.
Las ciencias divinas de los magos mesopotámicos
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A-ki-til: Fiesta ritual del Nuevo Año que celebraban los sumerios. Su denominación significa literalmente "fuerza que hace revivir el mundo". En ella se conmemoraba la efímera comunión entre los dioses y los hombres. El soberano sumerio encarnaba el papel del dios Dumuzi.
Akitu: Versión acadia del A-ki-til, sustituyendo a Dumuzi por Tammuz.
An: Deidad sumeria que se identifica con el cielo. En principio era la divinidad soberana, pero por su estatus de dios ocioso quedaba relegado respecto de otros dioses del panteón mesopotámico. Fue engendrado por Nammu.
Anunaki: Los siete jueces del infierno babilónico.
Apsu: Deidad babilónica masculina que representa el agua dulce.
Aruru: Diosa sumeria a quien se atribuye la creación del ser huamano, aunque otras versiones se decantan por la acción combinada de Enki (que insufla vida) y Nammu (que proporciona el corazón).
Dumuzi: En la mitología sumeria, pastor que se casó con la diosa Inanna. Tras marchar su esposa a conquistar la tierra de los muertos, usurpó su poder. Cuando Inanna volvió lo arrojó al infierno.
Ea: En la mitología babilónica, señor de las aguas que mató a Apsu y engendró con su esposa Damkina a Marduk.
Enki: Señor de la tierra y dios de los cimientos en Sumer. Al principio fue considerado erróneamente por los estudiosos dios de las aguas porque la concepción sumeria de la Tierra (que descansaba sobre un inmenso océano) permitió la confusión.
Enlil: Dios sumerio. Considerado Señor de la Atmósfera y llamado también "Gran Monte", nació de la unión e identificación entre las divinidades An y Ki.
Enuma Elis:. Poema cosmogónico babilónico en el que se narran la creación del mundo y las peripecias y dramas de los diversos dioses sumerios, acadios y babilónicos.
Epopeya de Gilgames:. Famoso texto babilónico en estilo bíblico que narra las vicisitudes del héroe y rey de Uruk Gilgamesh en su búsqueda de una inmortalidad que finalmente no consigue. Ello es interpretado por los estudiosos como una tendencia mesopotámica al pesismismo antropológico y religioso, una visión más existencial de lo habitual en las religiones del mundo antiguo.
Ereshkigal: En la mitología babilónica, hermana mayor de Inanna. Era la reina del inframundo y de la muerte y su mirada mataba. Retuvo a su hermana en el infierno cuando ésta intentó usurpar su poder y sólo la liberó a cambio de quedarse con Dumuzi.
Gilgamesh: (Véase Epopeya de Gilgamesh).
Hammurabi: Soberano amorreo de Babilonia que inauguró una dinastía y restableció la unidad en Mesopotamia durante un siglo. Afirma haber sido engendrado por la diosa Sin (Luna).
Inanna: Importante diosa babilónica, correspondiente a la estrella Venus y símbolo del amor. Más tarde fue llamada Ishtar y con posterioridad Astarté. Para expresar la plenitud de sus poderes, se la representaba hermafrodita.
Ishtar: Nombre acadio (y más conocido) de la diosa Inanna.
Ki: Diosa sumeria de la Tierra, engendrada por Nammu junto a An para formar la primera pareja de dioses creadores.
Kingu: Dios guerrero creado por Tiamat para vengar la muerte de su esposo Apsu. Fue vencido por Marduk, que también acabó con la vida de Tiamat, con cuyo cráneo formó la bóveda celeste.
Marduk: Versión babilónica del dios sumerio Enlil. Vencedor de los dioses de las aguas, a partir de sus despojos configuró el cielo y la tierra.
Nammu: Diosa sumeria considerada madre del cielo y de la tierra y también abuela de todos los dioses. Se la identificaba con un pictograma con las aguas primordiales. De ello se deduce la teoría acuática de los sumerios sobre el origen del mundo.
Nam-tar: Acto de determinación de ciertos decretos que los sumerios atribuían al juicio divino. Se lleva a cabo durante el A-ki-til o Año Nuevo.
Nanna-suen: Diosa babilónica de la Luna.
Nergal: Esposo infernal de Ereshkigal y, por tanto, rey del mundo de los muertos.
Nidama: Diosa que reveló el enclave celeste de las estrellas benéficas al rey sumerio Gudea en un tablero, lo cual posibilitó el importante papel que tienen los templos y zigurats en la cultura mesopotámica.
Ningursag: Diosa sumeria. Compañera de Enki, engendró con él varias hijas para después repudiarlo. Enki enfermó a causa del rechazo de su esposa, y ella, compadecida, acabó por curarlo con su "mirada de vida".
Shamash: Nombre babilónico del dios del Sol. Junto a Ishtar y Marduk constituía el triunvirato de dioses más adorados en el período babilónico a partir del reinado de Hammurabi.
Sin: Nombre que se daba en Babilonia (a partir de Hammurabi) a la diosa de la Luna.
Tammuz: Versión babilónica del sumerio Dumuzi. Se le rindió culto durante mucho tiempo; su mito corresponde al del dios joven que muere y resucita cada año, siendo metáfora del eterno retorno, al estilo del egipcio Osiris.
Tiamat: Divinidad femenina babilónica que representa al agua salada. Fue vencida por Marduk, quien hizo de su cráneo la bóveda celeste y de sus ojos, el Tigris y el Éufrates.
Tiara de cuernos: Emblema sumerio, común a otras civilizaciones del Próximo Oriente, cuyo probable origen neolítico es el simbolismo religioso del toro.
Ut-Napishtim: Superviviente del diluvio universal. Impuso a Gilgamesh una serie de pruebas de las que no pudo salir victorioso, por lo que no consiguió la inmortalidad.
Utu: Dios babilónico del Sol.
Zagmuk: Nombre babilónico dado al Akitu acadio y al A-ki-til sumerio.
Zigurat: Torre escalonada de base cuadrangular, común a todas las culturas mesopotámicas y desde la que los magos contemplaban las estrellas y descifraban su influencia. El más conocido es el de Ur.
Zisudra: Único hombre -inmortal- que se salvó del diluvio en la cultura sumeria. En la versión acadia es llamado Ut-Napishtim.
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