Uno de los Doce elegidos como apóstoles por Cristo durante su vida terrenal. Era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Al día siguiente de la vocación de éste, cuando se encontraban a orillas del Jordán, donde Juan bautizaba, es a su vez llamado por Jesús (Jn 1,43-44). Entonces declara a Natanael que ha encontrado al Mesías "Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas (Jn 1,45-46)" y lo conduce a Jesús. Su nombre aparece unido al de Natanael, llamado también Bartolomé, en las listas de los Sinópticos (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,14).
En el grupo de los apóstoles parece el encargado del aprovisionamiento: antes de realizar el milagro de la multiplicación de los panes, es a él a quien Jesús se dirige preguntándole "para ponerle a prueba" cuántos panes serían necesarios para alimentar a toda la multitud (Jn 6,5.7).
El día de Ramos, en Jerusalén, unos griegos, probablemente paganos "temerosos de Dios" llegados para celebrar la Pascua según la Ley (Dt 16,6), se dirigen a Felipe para lograr una audiencia con Jesús (Jn 12,20-22). Como Andrés, a quien pide ayuda, hablaba quizás en griego: tanto uno como otro tienen nombre griego.
Al igual que los otros apóstoles, no ha comprendido verdaderamente el sentido del discurso tras la Cena, pues un poco ingenuamente pide a Jesús que les presente a ese "Padre" a quien Jesús se ha dirigido delante de ellos. Obtiene una respuesta algo consternada: "Después de tanto tiempo que estoy con vosotros ¡y tú, Felipe, no me conoces!", así como esta sublime revelación: "Quien me ha visto, ha visto al Padre (Jn 14,8-9). Después de la Resurrección comprenderá: junto con los diez apóstoles que han permanecido fieles está presente, orando, en el cenáculo donde celebrarán la fiesta de Pentecostés (Hch 1,13).
Según una tradición del S.II d.C., murió en Hierápolis, no lejos de Éfeso; otra tradición, más tardía, lo presenta crucificado; el arte medieval le asigna una cruz o los cinco panes de cebada de la multiplicación.
En el grupo de los apóstoles parece el encargado del aprovisionamiento: antes de realizar el milagro de la multiplicación de los panes, es a él a quien Jesús se dirige preguntándole "para ponerle a prueba" cuántos panes serían necesarios para alimentar a toda la multitud (Jn 6,5.7).
El día de Ramos, en Jerusalén, unos griegos, probablemente paganos "temerosos de Dios" llegados para celebrar la Pascua según la Ley (Dt 16,6), se dirigen a Felipe para lograr una audiencia con Jesús (Jn 12,20-22). Como Andrés, a quien pide ayuda, hablaba quizás en griego: tanto uno como otro tienen nombre griego.
Al igual que los otros apóstoles, no ha comprendido verdaderamente el sentido del discurso tras la Cena, pues un poco ingenuamente pide a Jesús que les presente a ese "Padre" a quien Jesús se ha dirigido delante de ellos. Obtiene una respuesta algo consternada: "Después de tanto tiempo que estoy con vosotros ¡y tú, Felipe, no me conoces!", así como esta sublime revelación: "Quien me ha visto, ha visto al Padre (Jn 14,8-9). Después de la Resurrección comprenderá: junto con los diez apóstoles que han permanecido fieles está presente, orando, en el cenáculo donde celebrarán la fiesta de Pentecostés (Hch 1,13).
Según una tradición del S.II d.C., murió en Hierápolis, no lejos de Éfeso; otra tradición, más tardía, lo presenta crucificado; el arte medieval le asigna una cruz o los cinco panes de cebada de la multiplicación.
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