GUIBEÁ.

Como guebá, el sentido de esta palabra es "colina", término que define correctamente la posición geográfica de numerosas localidades de Palestina, y representa efectivamente a muchas que cita la Escritura. Es una ciudad del territorio atribuido a Judá (Jos 15,57), y a menudo se la identifica con la actual Ed-Djeba (alrededor de 12 km al oeste sudoeste de Belén), pero que el contexto de Josué sitúa más bien al sudeste de Hebrón.

La tradición une su nombre al de un "nieto" de Caleb, al que se tiene como fundador de esta Guibeá (cf. 1Cró 2,49). Tal es también la ciudad de la montaña de Efraín, que fue concedida a Pinjás, y donde éste hizo enterrar a su padre, Elezar, hijo de Aarón (Jos 24,33). Pero seguramente la más famosa de todas ellas es la Guibeá llamada "de Benjamín (Jc 20,4; 1S 13,2; 2S 23,29; cf. Jos 18,28)", "de Saúl" y a menudo "de Dios (1S 10,5)", descubierta en las excavaciones de tell El-Ful (a 6 km al norte de Jerusalén), y de la que la ciudad vecina Djeba perpetuaría el nombre.

Esta ciudad del los benjaminitas adquiere una triste fama en la historia. El libro de los Jueces relata, en una narración en detalles pero a menudo confusa por la diversidad de fuentes que utiliza, el crimen abominable que la hizo merecedora del castigo que se abatió sobre toda la tribu entera de Benjamín, solidaria con los criminales (Jc 19 y 20).