I. Para designar la unidad usa Jn varias expresiones: «ser uno» (gr. ben einai), que se dice de Jesús y del Padre (10,30) y que se espera igualmente de los discípulos (17,11.21); de esta unidad depende su realización (17,23).
Otra
fórmula: «estar [identificado] en/con» (17,21); la compenetración
espacial que se indica (lit. «tú en mí y yo en ti,,) expresa la unidad
como la identificación que produce el amor (cf. 10,38; 14,10s.20)
«Lo uno» (gr. to hen) es la expresión que sustituye en Jn a la de «el reino de Dios», usada solamente en 3,3.5.
II. La unidad de Jesús con el Padre (10,30), su identificación con él (10;38), está demostrada por su actividad, que es la del Padre (10,38), cuyas obras realiza (5,17.30.36; 10,25). Esta unidad procede de la comunidad de Espíritu (1,32s), dinamismo común de amor que unifica su actividad con la del Padre.
III. La unidad de los discípulos es fruto de la muerte de Jesús (11,51s). El
«uno» se designa en Jn con una expresión neutra: «todo lo que el Padre
me ha entregado» (6,39; 10,29; 17, 2.11b.12.14), que denota a la
comunidad (cf. 17,9; 18,9) como un todo indivisible, probablemente en
relación con e! neutro pneuma, «hombre-espíritu», nacido de! Espíritu (3,6; cf. 7,39).
El
objetivo último de la oración de Jesús es que los discípulos sean uno
de modo comparable a como lo son él y el Padre (17,11.21-23). Los
capacita para ello comunicándoles «la gloria»/Espíritu (amor leal), que
él había recibido (17,22). La unidad que deben alcanzar los discípulos
significa su plena realización (17,23).
El proyecto de Dios no se limita, por tanto, a la realización del individuo; como consecuencia lógica de! dinamismo de! amor que realiza a cada uno, acaba en la constitución de la unidad perfecta entre los hombres.
El proyecto de Dios no se limita, por tanto, a la realización del individuo; como consecuencia lógica de! dinamismo de! amor que realiza a cada uno, acaba en la constitución de la unidad perfecta entre los hombres.
La
unidad de los discípulos permitirá al mundo creer que Jesús es el
enviado de Dios (17,21) y que su amor está presente en la humanidad
(17,23). La existencia de la unidad es, por tanto, e! elemento primario
de la misión.
IV. Unidad de! Espíritu (Ef 4,3); de la fe (Ef 4,13).
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