La Atlántida es una isla legenderia localizada en el Atlántico al Oeste
de Gibrlatar, que según dijo Platón era una utopía que se hundió bajo el mar
durante un terremoto. Algunas teorías controversiales han igualado a la
antigua Thera con la Atlántida. Thera es una isla griega volcánica del mar
Egeo que fue devastada por una erupción volcánica en el año 1625 aJC. Hasta
entonces ha sido asociada con la civilización Minoica de Creta.
Sin embargo, para muchos la Atlántida no es sólo un continente perdido, es un mundo perdido. Los atlantes eran extraterrestres que se destruyeron a sí mismos con bombas nucleares o algunos otros dispositivos extraordinariamente poderosos. La Atlántida era el lugar de una civilización y una tecnología avanzadas. Lewis Spence, un mitólogo escocés, atribuye las pinturas hechas por hombres de Cro-Magnon en cuevas europeas a atlantes desplazados. (Feder, p. 130) Helena Blavatsky y los teosofistas de finales del siglo XIX inventaron la idea de que los atlantes habían inventado aviones y explosivos y de que cultivaban trigo extraterrestre. También inventaron Mu, un continente perdido en el Océano Pacífico. El terapeuta psíquico Edgar Cayce afirmaba que tenía conocimiento psíquico de textos atlantes que le asistían en sus profecías y curaciones. Y J. Z. Knight asevera que Ramtha, el espíritu que ella canaliza, es de la Atlántida.
El investigador serio de este mito debe leer Atlántida: el Mundo Antediluviano (Atlantis: the Antediluvian World) (1882) de Ignatius Donnelly. Con el mismo espíritu que Däniken, Velikovsky y Sitchin, Donnelly asume que el mito de Platón es una historia verdadera. Sin embargo, mucho del mito de la Atlántida debe de atribuírsele a escritores populares como J. V. Luce (El Fin de la Atlántida -The End of Atlantis-, 1970) y Charles Berlitz, el hombre que popularizó el Triángulo de las Bermudas y el descubrimiento del Arca de Noé. Su Fin del Mundo, año 1999 (Doomsday, 1999 A.D.) (1981) viene con mapas de la Atlántida y dibujos realizados por J. Manson Valentine.
Desafortunadamente para los atlantes de la Nueva Era, no existe evidencia ni arqueológica ni geológica de la Atlántida o Mu. Parafraseando a Whitehead, la creencia en la Atlántida, la antigua y gran civilización, es sólo otra anotación a pie de página para Platón.
Sin embargo, para muchos la Atlántida no es sólo un continente perdido, es un mundo perdido. Los atlantes eran extraterrestres que se destruyeron a sí mismos con bombas nucleares o algunos otros dispositivos extraordinariamente poderosos. La Atlántida era el lugar de una civilización y una tecnología avanzadas. Lewis Spence, un mitólogo escocés, atribuye las pinturas hechas por hombres de Cro-Magnon en cuevas europeas a atlantes desplazados. (Feder, p. 130) Helena Blavatsky y los teosofistas de finales del siglo XIX inventaron la idea de que los atlantes habían inventado aviones y explosivos y de que cultivaban trigo extraterrestre. También inventaron Mu, un continente perdido en el Océano Pacífico. El terapeuta psíquico Edgar Cayce afirmaba que tenía conocimiento psíquico de textos atlantes que le asistían en sus profecías y curaciones. Y J. Z. Knight asevera que Ramtha, el espíritu que ella canaliza, es de la Atlántida.
El investigador serio de este mito debe leer Atlántida: el Mundo Antediluviano (Atlantis: the Antediluvian World) (1882) de Ignatius Donnelly. Con el mismo espíritu que Däniken, Velikovsky y Sitchin, Donnelly asume que el mito de Platón es una historia verdadera. Sin embargo, mucho del mito de la Atlántida debe de atribuírsele a escritores populares como J. V. Luce (El Fin de la Atlántida -The End of Atlantis-, 1970) y Charles Berlitz, el hombre que popularizó el Triángulo de las Bermudas y el descubrimiento del Arca de Noé. Su Fin del Mundo, año 1999 (Doomsday, 1999 A.D.) (1981) viene con mapas de la Atlántida y dibujos realizados por J. Manson Valentine.
Desafortunadamente para los atlantes de la Nueva Era, no existe evidencia ni arqueológica ni geológica de la Atlántida o Mu. Parafraseando a Whitehead, la creencia en la Atlántida, la antigua y gran civilización, es sólo otra anotación a pie de página para Platón.
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