domingo, 3 de agosto de 2014

PARAPSICOLOGÍA

La mayoría de las ciencias tratan de explicar fenómenos observables; la parapsicología trata de observar fenómenos inexplicables.
La parapsicología es el estudio de fenómenos paranormales como la PES y la psicoquinesis.
Los parapsicólogos son únicos, en el sentido de que dedican la mayor parte de su investigación a tratar de probar la existencia de cosas que se cree son inexplicables a través de las leyes de la naturaleza conocidas. La mayoría de las ciencias tratan de explicar fenómenos observables; la parapsicología trata de observar fenómenos inexplicables.
La metodología científica en este campo data, por lo menos, de 1882 con la fundación de la Sociedad para la Investigación Psíquica (Society for Psychical Research) en Londres. Sus miembros buscaron distinguir los fenómenos psíquicos del espiritismo e investigar a los médiums y sus actividades. Estudiaron la escritura automática, la levitación, y los reportes de actividad ectoplásmica y de poltergeists. La experimentación moderna en el área de la parapsicología se ha concentrado principalmente en la percepción extrasensorial (PES), en la psicoquinesis (influencia mental en los objetos físicos) y en la proyección astral (viaje de la mente y percepción fuera del cuerpo). Los experimentos se llevaron a cabo en la Duke University en los 1930's bajo la tutela de Joseph Banks Rhine (1895-1980) y su trabajo es continuado en el Centro Rhine de Investigaciones (Rhine Research Center), en la Gran Bretaña en la Sociedad para la Investigación Psíquica y en Rusia en laboratorios de investigación. Estadounidenses, entre muchos otros, Charles Tart y Raymond Moody, siguen desarrollando los trabajos de Rhine. La CIA y la milicia de los Estados Unidos han contratado a parapsicólogos y estudiado a supuestos psíquicos como Ingo Swann. Un experimento de un año de duración realizado en los Laboratorios de Investigación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (el experimento VERITAC, el nombre de la computadora utilizada) fue incapaz de confirmar la existencia de la PES. Más investigaciones parapsicológicas se llevan a cabo en muchos otros lugares, incluido el Laboratorio del Sueño (Dream Laboratory) del Hospital Maimonides en Brooklyn, Nueva York; la Universidad de Nevada en Las Vegas; la Princeton Engineering Anomalies Research; y la Universidad de Edimburgo, en la cual su departamento de psicología mantiene la Cátedra Koestler de Parapsicología, y publica la Gaceta Europea de Parapsicología (European Journal of Parapsychology). Y existen más publicaciones parapsicológicas.
La investigación en esta área ha sido tradicionalmente caracterizada por la incompetencia en el diseño de experimentos controlados apropiados y en la evaluación de los datos estadísticos, por decepciones y fraudes. Y cuando se hacen experimentos controlados correctamente, usualmente arrojan resultados negativos, i.e., no han demostrado un solo caso claro de poder psíquico o fenómeno paranormal. Los resultados positivos generalmente se pueden explicar con probabilidades (uno puede esperar que por azar haya series inusuales de "aciertos psíquicos"). Sin embargo, los experimentos con resultados negativos, como el realizado por Richard C. Sprinthall y Barry S. Lubetkin publicado en la Gaceta de Psicología (Journal of Psychology, vol. 60, pp. 313-318) el cual fue apropiada y cuidadosamente diseñado, es universalmente rechazado por los creyentes del psi. Investigadores que afirman haber obtenido resultados positivos con frecuencia ignoran o racionalizan sistemáticamente sus propios estudios si estos no arrojan resultados que apoyen sus pretensiones. Muchos, si no todos, los investigadores psi permiten el comienzo y paro opcionales; y todos limitan su estudio a investigar trucos (adivinar números o la figura de naipes, o "adivina qué estoy viendo") y charlatanes de salón. Muchos se facinan con los números y experimentan con otros trucos de salón que utilizan alta tecnología. En lugar de hacer que la gente utilice sus pensamientos para cambiar la luz de un semáforo de rojo a verde, tratan de que influencie generadores de números aleatorios en computadoras. Y cuando el investigador obtiene un poco de peculiaridad estadística especula que tal cosa es debida a poderes paranormales.
Por otra parte, cuando los parapsicólogos afirman tener pruebas de un psíquico real, no pueden hacer que el psíquico reproduzca los asombrosos resultados de sus experimentos. Por ejemplo, J. B. Rhine afirmaba que Hubert Pearce, quien más tarde se convertiría en ministro Metodista, había identificado correctamente 25 cartas de PES en fila después de haberle prometido 100 dólares por cada carta que pudiera identificar correctamente. La única ocasión en que Pierce reprodujo sus supuestos poderes fue en otro experimento hecho por Rhine y J. G. Pratt, otro creyente. No sólamente Rhine y Pratt no tomaron precauciones para asegurarse de que Pearce no hiciera trampa, sino que además nunca contaron con alguien que examinara a Pearce independientemente. Como resultado, mucha de la literatura acerca de este caso trata de la integridad: los escépticos sugieren que el hacer trampa fue posible, y Rhine y Pratt se ofenden de que cualquiera cuestione su integridad y competencia, y más la integridad de su sujeto de estudio, el Sr. Pearce. Pero, después de todo, no habría ninguna controversia si Pearce hubiera sido examinado apropiadamente o por terceros que no tuvieran interés personal en la perpetuación de la idea de que la investigación paranormal algún día podrá arrojar resultados valiosos. No habría controversia alguna si Pearce hubiera demostrado públicamente sus poderes psíquicos. Lo más probable es que Pearce no haya demostrado públicamente sus habilidades psíquicas porque realmente no tiene ninguna.
Pearce, además, no era un ilusionista consumado como Uri Geller, otro testigo estrella para la defensa de la PES. Geller ha demostrado sus poderes al público: puede doblar cucharas y llaves con la mente, lo cual, como Randi lo ha hecho notar, es el camino difícil. Randi realiza el mismo truco y demuestra cómo se hace. Para tener un buen panorama de lo que ocurre en la investigación científica en la parapsicología en estos días, es recomendable leer los reportes de Randi sobre los estudios hechos a Geller por Russel Targ y Harold Puthoff [cap. 7 de Flim-Flam!] o leer el reporte de Martin Gardner acerca de su libro Mind-Reach [cap. 30 de Science: Good, Bad and Bogus].
Recientemente, el trabajo de Charles Honorton y sus experimentos ganzfeld han sido propuestos como exemplos de estudios científicos cuya integridad no puede ser puesta en duda. Tal vez. Pero los datos resultantes de estos experimentos ilustran otro problema del que sufre mucha de la investigación parapsicológica: las correlaciones no establecen causalidad. Encontrar una correlación que no sería pronosticada estadísticamente no establece un evento causal. Adicionalmente, aún si existe un evento causal, la correlación por sí misma no es de mucha utilidad a la hora de determinar en qué consiste dicho evento. Lo que puedas pensar que es la causa podría ser el efecto. O, puede existir un tercer factor desconocido que sea el causante del efecto observado. O, la correlación puede ser casual, aún si ésta es estadísticamente improbable en cierto sentido. La aparente correlación casual bien puede ser estadísticamente probable en una larga corrida de eventos. Así, el hecho de que un grupo de sujetos de prueba identifique correctamente con un índice de .36 las cuatro imágenes que alguien más ha visto, cuando .25 es el índice que la casualidad predice, no establece un evento causal. Desde luego, esto tampoco establece a la PES como la causa, si es que hay una. El evento bien puede ser causado por algo, pero la causa real puede ser algo bastante ordinairo, como fraude, pistas no intencionales, o alguna tendencia predispositoria en materia de probabilidades. Si otros investigadores pudieran duplicar los resultados con estudios cada vez más rigurosos, entonces sería muy probable que se estan midiendo eventos causales. Por tanto, el problema sería encontrar la causa. Quizás resulte ser una fuerza psíquica hasta ahora no detectada por la física, pero esto es bastante improbable. Desde el punto de vista de la física parece existir un problema mayor con la asunsión y alegado descubrimiento de algunos parapsicólogos de que la distancia espacial es irrelevante al ejercicio de la PES. Cada una de las cuatro fuerzas conocidas de la naturaleza se debilitan con la distancia. De este modo, como Einstein lo señala en una carta dirigida al Dr. Jan Ehrenwald: "Esto sugiere... una muy fuerte indicación de que una fuente no reconocida de errores sistemáticos puede estar envuelta [en estos experimentos de la PES]" (Garder, 1981, p. 153). El escéptico primero creería que la PES no existe a creer que existe una fuerza muy poderosa que no es detectable aún y cuando somos capaces de detectar sin ningún problema lo que debería ser una fuerza mucho más débil, la gravedad.
Algo que la mayoría de los defensores del psi tienen en común es la fe. Esto por sí solo da cuenta del por qué ellos persiguen y provéen montones de datos empíricos para apoyar sus afirmaciones pero desdeñan o trivializan toda la evidencia empírica que indica que están equivocados. Su fe no es una creencia irracional sin consideración y totalmente a despecho de la evidencia, su fe es la clase de fe controlada que marca alguna creencia religiosa. La evidencia cuenta, pero sólo si apoya su creencia; si no es así entonces no cuenta. Este razonamiento selectivo trivializa el concepto de evidencia y explica, en parte, por qué tantas de las pruebas empíricas para el psi están inadecuadamente diseñadas, controladas y administradas. También explica por qué tantas racionalizaciones e hipótesis ad hoc son puestas para justificar las fallas y confirmar sus hipótesis psíquicas.
Los parapsicólogos tienen un entendimiento demasiado amplio de lo que cuenta como buena ciencia. Para muchos no parapsicólogos parece que no sólamente uno puede hacer ciencia negligente o ciencia basura, o inventar terapias dañinas, y salirse con la suya en la parapsicología; esto parece ser la norma. Por tanto, la parapsicología es un campo atractivo para una amplia gama de chapuceros con doctorados. Es una lástima, ya que su madre, la psicología, es un campo son muchos investigadores científicos competentes que contribuyen a un mejor entendimiento del comportamiento humano y al bienestar de muchos pacientes.

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