En general, esta palabra significa un verso corto que alaba a Dios y que por regla general comienza con la palabra griega Doxa. La costumbre de terminar un rito o un himno con esa fórmula proviene de la sinagoga (cf. la Oración de Manasés: tibi est gloria in soecula soeculorum. Amén). San Pablo utiliza doxologías constantemente (Rom. 11,36; Gál. 1,5; Ef. 3,21; etc.) Los primeros ejemplos se dirigen sólo a Dios Padre, o a Él a través (dia) del Hijo (Rom. 16,27; Judas 25; I Clem. XLI. Mart Polyc. XX, etc.) y en (en) o con (syn, meta) el Espíritu Santo (Mart. Polyc., XIV, XXII, etc.) La forma del bautismo (Mt. 28,19) ha dado un ejemplo de nombrar las tres Personas en orden paralelo.
Especialmente en el siglo IV, como una protesta contra la subordinación arriana (ya que los herejes recurrieron a estas preposiciones, cf San Basilio, "De Spir Sancto." LI-V), la costumbre de usar la forma: "Gloria al Padre, y al Hijo, y al "Espíritu Santo”, se hizo universal entre los católicos. A partir de ese momento tenemos que distinguir dos doxologías, una más larga (doxologia maior) y una más corta (minor). La doxología mayor es el Gloria in Excelsis Deo de la Misa. La forma más breve, que es la que generalmente se conoce bajo el nombre "doxología", es el Gloria Patri, el cual se termina con una respuesta al efecto de que esta gloria durará para siempre. La forma, eis tous aionas ton aionon (por los siglos de los siglos), fue muy común en los primeros siglos (Rom. 16,27; Gál. 1,5; 1 Tim. 1,17; Heb. 13,21; 1 Ped. 4,11; I Clem, XX, XXXII, XXXVIII, XLIII, XLV, etc.; Mart Polyc, XXII, etc.). Es un hebraísmo común (Tob. 13,23; Sal. 84(83),5; varias veces en el Apocalipsis 1,6.18; 14,11; 19,3; etc.), que significa simplemente "para siempre". La forma simple, eis tous aionas (por los siglos), también es común (Rom. 11,36; Doctr. XII Apost., 9,10; en la liturgia de las Constituciones Apostólicas, passim)
Fórmulas paralelas son: eis tous mellontas aionas (Mart. Polyc., XIV); apo geneas eis genean (ibid.); etc. Esta expresión pronto fue ampliada a "ahora y siempre y por los siglos de los siglos" (cf. Hb. 13,8; Mart. Polyc., 14, etc.). En esta forma aparece constantemente al final de las oraciones de la liturgia griega de Santiago (Brightman, Eastern Liturgies, págs. 31-34, 41, etc.) y en todos los ritos orientales. La forma griega se convirtió entonces en: Doxa Patri kai yio kai hagio penumati, kai nun kai aei kai eis tous aionas ton aionon. Amén. En esta forma se usa en las Iglesias Orientales en varios puntos de la liturgia (por ejemplo, en el rito de San Juan Crisóstomo, ver Brightman, págs. 354, 364, etc.) y como los últimos dos versículos de los salmos, aunque no tan invariablemente como con nosotros. La segunda parte es a veces ligeramente modificada y a veces se introducen otros versos entre las dos mitades.
En el rito latino parece que inicialmente tuvo exactamente la misma forma que en Oriente. En 529 el Segundo Sínodo de Vasio (Vaison en la provincia de Aviñón) dice que las palabras adicionales, Sicut erat in principio, se utilizan en Roma, en Oriente, y en África como una protesta contra el arrianismo, y ordena que se digan asimismo en Galia (can. V). En lo que concierne a Oriente, el sínodo se equivoca. Estas palabras nunca se han utilizado en ningún rito oriental y los griegos se quejaban de su uso en Occidente (Estrabón, siglo IX, De rebus Eccl., XXV). La explicación que sicut erat in principio intentaba ser una negación del arrianismo lleva a una pregunta cuya respuesta es menos obvia de lo que parece. ¿A qué se refieren las palabras? Todo el mundo entiende ahora gloria como el sujeto de erat: "Como era [la gloria] en el principio", etc. Sin embargo, parece que originalmente estaban destinados a referirse a Filius, y que el significado de la segunda parte, en Occidente, en todo caso, era: "Como Él [el Hijo] era en el principio, así Él es ahora y así Él será para siempre." El in principio, entonces, es una clara alusión a las primeras palabras del Cuarto Evangelio, por lo que la frase es, obviamente, dirigida contra el arrianismo. Hay versiones alemas medievales en la forma: "Als er war im Anfang".
La doxología en la forma en que la conocemos se ha utilizado desde aproximadamente el siglo VII en toda la cristiandad occidental, excepto en una esquina. En el rito mozárabe la fórmula es: "Gloria et honor Patri et Filio et Spiritui sancto in saecula saeculorum" (así en el Misal de este rito, ver P.L., LXXXV, 109, 119, etc.) El Cuarto Sínodo de Toledo en 633 ordenó esta forma (can. XV). Una tradición medieval común, fundada en una falsa carta de San Jerónimo (en la edición benedictina, París, 1706, V, 415) dice que el Papa Dámaso (366-384) introdujo el Gloria Patri al final de los salmos. Casiano (m. c. 435) habla de esta como una costumbre especial de la Iglesia Occidental (De instit. Coen., II, VIII).
El uso de la doxología menor en la Iglesia Latina es la siguiente: las dos partes siempre se dicen o se cantan como un verso con respuesta. Ocurren siempre al final de los salmos (cuando varios salmos se unen como uno solo, como el 62 y el 66 y de nuevo el 148, 149 y 150 en laudes, el Gloria Patri ocurre una sola vez al final del grupo; por otra parte cada grupo de dieciséis versos del salmo 119(118]] en las horas del día tienen el Gloria), excepto en ocasiones de duelo. Por este motivo (ya que la doxología menor, como la mayor, Gloria in Excelsis Deo, es, naturalmente, un canto alegre) se deja fuera en los últimos tres días de la Semana Santa; en el Oficio de Difuntos es reemplazado por los versos: Requiem æternam, etc. y Et lux perpetua, etc.
También ocurre después de cánticos, salvo que el benedícite [1] tiene su propia doxología (Benedicamus Patrem… Benedictus es Domine, etc. ---la única alternativa que queda en el rito romano). En la Misa ocurre después de tres salmos, el "Judica me" al principio, el fragmento del salmo-introito, y el "Lavabo" (que se omite en tiempo de Pascua, excepto en las fiestas, y en las Misas de Réquiem). La primera parte sólo se produce en el responsorio a través del Oficio, con una respuesta variable (la segunda parte del primer verso) en lugar de "Sicut erat", la doxología completa después del "Deus in adjutorium", y en las preces en prima; y de nuevo, esta vez como un verso, al final del invitatorio en maitines. En todos estos lugares se deja fuera en el Oficio de Difuntos y al final de la Semana Santa. El Gloria Patri también se usa constantemente en los servicios extra-litúrgicos, como el Rosario. Era una costumbre común en la Edad Media que los predicadores terminasen sus sermones con él. En algunos países, especialmente Alemania, la gente hace la Señal de la Cruz en la primera parte de la doxología, considerándola principalmente como una profesión de fe.
Bibliografía: ERMELIUS, Dissertatio historica de veteri christianâ doxologia (1684); SCHMIDT, De insignibus veteribus christianis formulis (1696); A SEELEN, Commentarius ad doxologiæ solemnis Gloria Patri verba: Sicut erat in principio in his Miscellanea (1732); BONA, Rerum liturgicarum libri duo (Colonia, 1674), II, 471; THALHOFER, Handbuch der kath. Liturgik, I, 490 sq.; IDEM in Augsburger Pastoralblatt (1863), 289 ss.; RIETSCHEL, Lehrbuch der Liturgik, I, 355sq.; KRAUS, Real-Encyk., I, 377 ss.
Fuente: Fortescue, Adrian. "Doxology." The Catholic Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/05150a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina. rc
NOTA:
[1] benedícite: Oración, que empieza con esta palabra, para bendecir la comida al sentarse a la mesa. Cántico que se originó como parte del cántico de los tres jóvenes en la adición secundaria del Libro de Daniel, el cual comienza “Benedicite omnia opera Domini Domino” en latín, y “Oh todas las obras del Señor” en español.
Especialmente en el siglo IV, como una protesta contra la subordinación arriana (ya que los herejes recurrieron a estas preposiciones, cf San Basilio, "De Spir Sancto." LI-V), la costumbre de usar la forma: "Gloria al Padre, y al Hijo, y al "Espíritu Santo”, se hizo universal entre los católicos. A partir de ese momento tenemos que distinguir dos doxologías, una más larga (doxologia maior) y una más corta (minor). La doxología mayor es el Gloria in Excelsis Deo de la Misa. La forma más breve, que es la que generalmente se conoce bajo el nombre "doxología", es el Gloria Patri, el cual se termina con una respuesta al efecto de que esta gloria durará para siempre. La forma, eis tous aionas ton aionon (por los siglos de los siglos), fue muy común en los primeros siglos (Rom. 16,27; Gál. 1,5; 1 Tim. 1,17; Heb. 13,21; 1 Ped. 4,11; I Clem, XX, XXXII, XXXVIII, XLIII, XLV, etc.; Mart Polyc, XXII, etc.). Es un hebraísmo común (Tob. 13,23; Sal. 84(83),5; varias veces en el Apocalipsis 1,6.18; 14,11; 19,3; etc.), que significa simplemente "para siempre". La forma simple, eis tous aionas (por los siglos), también es común (Rom. 11,36; Doctr. XII Apost., 9,10; en la liturgia de las Constituciones Apostólicas, passim)
Fórmulas paralelas son: eis tous mellontas aionas (Mart. Polyc., XIV); apo geneas eis genean (ibid.); etc. Esta expresión pronto fue ampliada a "ahora y siempre y por los siglos de los siglos" (cf. Hb. 13,8; Mart. Polyc., 14, etc.). En esta forma aparece constantemente al final de las oraciones de la liturgia griega de Santiago (Brightman, Eastern Liturgies, págs. 31-34, 41, etc.) y en todos los ritos orientales. La forma griega se convirtió entonces en: Doxa Patri kai yio kai hagio penumati, kai nun kai aei kai eis tous aionas ton aionon. Amén. En esta forma se usa en las Iglesias Orientales en varios puntos de la liturgia (por ejemplo, en el rito de San Juan Crisóstomo, ver Brightman, págs. 354, 364, etc.) y como los últimos dos versículos de los salmos, aunque no tan invariablemente como con nosotros. La segunda parte es a veces ligeramente modificada y a veces se introducen otros versos entre las dos mitades.
En el rito latino parece que inicialmente tuvo exactamente la misma forma que en Oriente. En 529 el Segundo Sínodo de Vasio (Vaison en la provincia de Aviñón) dice que las palabras adicionales, Sicut erat in principio, se utilizan en Roma, en Oriente, y en África como una protesta contra el arrianismo, y ordena que se digan asimismo en Galia (can. V). En lo que concierne a Oriente, el sínodo se equivoca. Estas palabras nunca se han utilizado en ningún rito oriental y los griegos se quejaban de su uso en Occidente (Estrabón, siglo IX, De rebus Eccl., XXV). La explicación que sicut erat in principio intentaba ser una negación del arrianismo lleva a una pregunta cuya respuesta es menos obvia de lo que parece. ¿A qué se refieren las palabras? Todo el mundo entiende ahora gloria como el sujeto de erat: "Como era [la gloria] en el principio", etc. Sin embargo, parece que originalmente estaban destinados a referirse a Filius, y que el significado de la segunda parte, en Occidente, en todo caso, era: "Como Él [el Hijo] era en el principio, así Él es ahora y así Él será para siempre." El in principio, entonces, es una clara alusión a las primeras palabras del Cuarto Evangelio, por lo que la frase es, obviamente, dirigida contra el arrianismo. Hay versiones alemas medievales en la forma: "Als er war im Anfang".
La doxología en la forma en que la conocemos se ha utilizado desde aproximadamente el siglo VII en toda la cristiandad occidental, excepto en una esquina. En el rito mozárabe la fórmula es: "Gloria et honor Patri et Filio et Spiritui sancto in saecula saeculorum" (así en el Misal de este rito, ver P.L., LXXXV, 109, 119, etc.) El Cuarto Sínodo de Toledo en 633 ordenó esta forma (can. XV). Una tradición medieval común, fundada en una falsa carta de San Jerónimo (en la edición benedictina, París, 1706, V, 415) dice que el Papa Dámaso (366-384) introdujo el Gloria Patri al final de los salmos. Casiano (m. c. 435) habla de esta como una costumbre especial de la Iglesia Occidental (De instit. Coen., II, VIII).
El uso de la doxología menor en la Iglesia Latina es la siguiente: las dos partes siempre se dicen o se cantan como un verso con respuesta. Ocurren siempre al final de los salmos (cuando varios salmos se unen como uno solo, como el 62 y el 66 y de nuevo el 148, 149 y 150 en laudes, el Gloria Patri ocurre una sola vez al final del grupo; por otra parte cada grupo de dieciséis versos del salmo 119(118]] en las horas del día tienen el Gloria), excepto en ocasiones de duelo. Por este motivo (ya que la doxología menor, como la mayor, Gloria in Excelsis Deo, es, naturalmente, un canto alegre) se deja fuera en los últimos tres días de la Semana Santa; en el Oficio de Difuntos es reemplazado por los versos: Requiem æternam, etc. y Et lux perpetua, etc.
También ocurre después de cánticos, salvo que el benedícite [1] tiene su propia doxología (Benedicamus Patrem… Benedictus es Domine, etc. ---la única alternativa que queda en el rito romano). En la Misa ocurre después de tres salmos, el "Judica me" al principio, el fragmento del salmo-introito, y el "Lavabo" (que se omite en tiempo de Pascua, excepto en las fiestas, y en las Misas de Réquiem). La primera parte sólo se produce en el responsorio a través del Oficio, con una respuesta variable (la segunda parte del primer verso) en lugar de "Sicut erat", la doxología completa después del "Deus in adjutorium", y en las preces en prima; y de nuevo, esta vez como un verso, al final del invitatorio en maitines. En todos estos lugares se deja fuera en el Oficio de Difuntos y al final de la Semana Santa. El Gloria Patri también se usa constantemente en los servicios extra-litúrgicos, como el Rosario. Era una costumbre común en la Edad Media que los predicadores terminasen sus sermones con él. En algunos países, especialmente Alemania, la gente hace la Señal de la Cruz en la primera parte de la doxología, considerándola principalmente como una profesión de fe.
Bibliografía: ERMELIUS, Dissertatio historica de veteri christianâ doxologia (1684); SCHMIDT, De insignibus veteribus christianis formulis (1696); A SEELEN, Commentarius ad doxologiæ solemnis Gloria Patri verba: Sicut erat in principio in his Miscellanea (1732); BONA, Rerum liturgicarum libri duo (Colonia, 1674), II, 471; THALHOFER, Handbuch der kath. Liturgik, I, 490 sq.; IDEM in Augsburger Pastoralblatt (1863), 289 ss.; RIETSCHEL, Lehrbuch der Liturgik, I, 355sq.; KRAUS, Real-Encyk., I, 377 ss.
Fuente: Fortescue, Adrian. "Doxology." The Catholic Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909. <http://www.newadvent.org/cathen/05150a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina. rc
NOTA:
[1] benedícite: Oración, que empieza con esta palabra, para bendecir la comida al sentarse a la mesa. Cántico que se originó como parte del cántico de los tres jóvenes en la adición secundaria del Libro de Daniel, el cual comienza “Benedicite omnia opera Domini Domino” en latín, y “Oh todas las obras del Señor” en español.
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