sábado, 20 de abril de 2013

AMÉRICA, LOS INCAS Y EL ÁREA ANDINA.

Un imperio de montañas

En el área andina, con precedentes como la cultura Nazca y la Mochica, nació el imperio incaico de mano de Manco Capac, el primer inca y fundador del más extenso imperio de la América precolombina.
Hacia el año 1200 dominó a las tribus de Cuzco en Perú y sus sucesores extendieron el dominio incaico hacia el norte y el sur a lo largo de la cordillera de los Andes.
En su época de mayor extensión abarcó los actuales países de Perú, Bolivia, parte de Eucador, el noroeste de Argentina y el norte de Chile.
El territorio dominado por el imperio inca abarcaba un área de 3.500 kilómetros de norte a sur por 800 de este a oeste y dominaba una población, que varía según las fuentes, de 3 a 16 millones de personas.
Cuando los europeos llegaron a América los incas vivían una etapa de gran esplendor, sin embargo, la conquista de Francisco Pizarro supuso el final del imperio y su sometimiento a los españoles.
 

Organización del imperio

Los incas crearon un imperio tan vasto gracias a una magnífica organización, aunque no conocían la escritura. El imperio, llamado tahuantinsuyo, estaba dividido en provincias gobernadas por grandes señores, uno de los cuales residía en la corte del inca de Cuzco para garantizar la lealtad de la provincia. Las ciudades de estas provincias se comunicaban por una amplísima red de carreteras de más de cuarenta mil kilómetros (de los cuales solo se han hallado hasta el momento veinticinco mil) y por un servicio de correos. Los quipicamayos llevaban la contabilidad imperial mediante un sistema de cordeles de distintos colores, largos y nudos llamados quipus.
La unidad del imperio se garantizaba por un sistema de caminos que era recorrido por mensajeros, que circulaban en etapas por el imperio llevando los mensajes imperiales y la información en quipus. Para defender las ciudades se construyeron grandes fortalezas de piedra desde las que se vigilaban los alrededores.


Los quipus

 Quipus
Eran sistemas de cuerdas de distintos colores y nudos donde los funcionarios del imperio inca recogían datos, como el número de nacimientos o muertes, las armas, el número de cabezas de ganado, etc. Cada funcionario estaba encargado del cuidado de muchos quipus que mantenía guardados en vasijas.


Economía y sociedad 

La sociedad estaba organizada en clanes, formados por cientos de personas unidas por lazos de parentesco. El jefe supremo era el inca, considerado hijo del Sol. La sociedad se dividía entre los nobles, el pueblo, los siervos y los esclavos.
Cultivaban el maíz y la patata. Crearon sistemas de regadío y construyeron terrazas para cultivar en las laderas de las montañas andinas. También cuidaban rebaños de llamas y alpacas. De ellos obtenían alimento y materias primas para elaborar tejidos, pero utilizaban este ganado también como medio de transporte. La ropa del inca y los miembros de la alta nobleza se hacían con lana de vicuña, que era la más fina.
La metalurgia del cobre y el oro adquirió un gran desarrollo, así como la cerámica, que se decoraba con figuras humanas, animales y motivos florales o geométricos.
Sus dioses principales eran Viracocha, dios creador, la Luna, y sobre todo el Sol.

El Inca

 El inca, jefe del imperio incaico

 
La palabra inca provenía del idioma quechua y significaba literalmente rey o príncipe. El inca representaba el punto más alto de la sociedad. Era el encargado de tomar las decisiones asesorado por sus consejeros. El monarca era tratado como un semidios, vivía en un palacio de la capital, Cuzco, que significa el ombligo del mundo, rodeado de gran lujo. Usaba ropajes muy ricos y nunca repetía un vestido, utilizaba platos y vasos de oro y plata, y se trasladaba en una litera que transportaban nobles.

El inca era considerado descendiente del dios Sol y solo podía casarse con su hermana, para que sus hijos mantuvieran la esencia solar. Se le enterraba con algunas de sus concubinas y sirvientes, con sus tesoros y comida, para que disfrutase en la otra vida. El difunto emperador era momificado para que su cuerpo permaneciese más allá de la muerte.


Arte inca: la piedra y los tejidos

El arte inca destaca por el trabajo de la piedra. Moldearon y tallaron a gran escala, produciendo edificios como el sagrado Templo del Sol en Cuzco, pero también realizaron muchas obras más pequeñas. En la época de la conquista, los archivistas describieron las extraordinarias estatuas y esculturas hechas de oro y plata, sin embargo, muchas de ellas fueron destruidas por los españoles para aprovechar los metales preciosos. Las figuras que no se perdieron fueron generalmente las enterradas junto a los muertos como ofrendas o usadas en ceremonias religiosas. Eran figuras de oro y plata a las que se tejía un vestido para cubrirlas.
El tejido era otro arte con mucho significado para los incas. Se caracterizaba por sus diseños geométricos y los colores brillantes de la decoración. Además, el comercio se basaba en el intercambio de tejidos. En algunos tejidos aparecen símbolos, los cuales se podrían interpretar como una forma de escritura.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.