Un ser celestial,
que está al servicio de Dios para las misiones que El tenga a bien encomendarle.
Los ángeles, inaccesibles a la percepción humana, constituyen un mundo
misterioso, pero real.
1. El ángel de Dios
en el A. T. se identifica frecuentemente con el mismo Dios. Se trata, en esos
casos, de un modo concreto de teofanías (Gen 24,7; Ex 32,34; Mal 3,1; 2 Sam
24,26). En el N. T. se conservan reminiscencias de estas expresiones (Mt 1,20;
28,2).
2. Los ángeles en el
A. T. son los servidores de Dios (Job 4,18), son "los santos" (Job 5,1), los
hijos de Dios (Sal 29,1). Los querubines rodean el trono de Dios (Sal 80,2) y
llevan su carro (Ez 10,1), guardan sus dominios (Gen 3,24). Los serafines (los
ardientes) cantan su gloria (Is 6,3). Se trata de un ejército celeste a las
órdenes de Dios para gobernar el mundo, intermediarios entre el cielo y la
tierra. Bajan y suben de un sitio a otro, como lo hicieron en la escala de
Jacob (Jn 1,51). Hay ángeles buenos y ángeles malos, bienhechores y
exterminadores. Entre unos y otros existe una clara oposición. Tienen un
nombre significativo de la función que realizan: Rafael (Dios cura), Miguel
(¿quién como Dios?), Gabriel (héroe de Dios). En el A. T. se formula
claramente la existencia de los ángeles, pero sus denominaciones y
representaciones tienen un marcado signo simbólico de difícil interpretación.
3. El N. T. habla
de arcángeles, querubines, tronos, dominaciones, principados, potestades,
virtudes. Los ángeles tienen una especial relación con Jesús en los momentos
importantes de su vida. En la encarnación (Mt 1,20; Lc 1,26); en el nacimiento (Lc
2,9-10); en las tentaciones (Mt 4,6; Lc 4,3. 10); en la pasión (Lc 22,43; Jn
12,29); en la resurrección (Mt 28,2. 5). Jesús tenía un trato íntimo con ellos (Mt
4,11; Lc 22,43). Habla de ellos como de seres reales que velan por los hombres (Mt
18,10). Ellos no conocen el día del juicio final (Mt 24,36), pero en ese día
serán los ejecutores de la sentencia (Mt 13,39-49), apartarán a los buenos de
los malos (Mt 24,31; 13,41). Se gozan con Dios en el cielo cuando un pecador se
arrepiente (Lc 15,10). Acompañarán a Jesucristo cuando venga de nuevo (Mt
25,31). Los cristianos deben tener clara conciencia de la existencia y de la
presencia auxiliadora de los ángeles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.