N. ca. 1050, probablemente en Laón, fue alumno de la célebre escuela del
monasterio cluniacense de Bec, cuando la dirigía S. Anselmo de Canterbury.
Dedicado a la Teología, como gran parte de los estudiosos de la época,
estuvo algún tiempo, quizá como profesor, en París (1089), y después
dirigió durante varios decenios, con su hermano Rodolfo (o Raúl), la
escuela catedralicia de Laón; alcanzó gran nombre atrayendo estudiantes de
toda Europa, entre ellos Guillermo de Champeaux (10681122).
Gilberto de la Porrée (m. 1154) y otras figuras de su tiempo. Llamado
«maestro de maestros», «luz de Francia y del mundo», Inocencio 11 lo
calificó de «restaurador de los estudios sagrados» (cfr. J. de Ghellinck,
Le mouvement theologique du XII siécle, 2 ed. París 1948, 134). Le
fueron ofrecidos varios episcopados, entre ellos el mismo de Laón, que
rechazó siempre, conservando su cátedra hasta la muerte, acaecida el 15
jul, 1117.
La escuela de A., junto con la escuela catedralicia de
París de Guillermo de Champeaux, representan, antes que la escuela de San
Víctor y que Pedro Abelardo, el inicio de la Escolástica
propiamente dicha, Entre los numerosos escritos conservados de aquellas
dos, en los que no siempre es fácil distinguir cuáles per. tenecen a una u
otra (cfr. 0. Lottin, o. c. en bibl.), tienen especial importancia las
Sentencias. Unas no son sistemáticas, tratan temas variados sin
conexión y son precursoras del género literario llamado Quaestiones en
la Escolástica; y otras son sistemáticas, iniciadoras del género
Libros de las Sentencias, que culmina en el mismo S. XII con los de
Pedro Lombardo y después con las Sumas del S; XIII, como las
de Tomás de Aquino presenta una colección de las primeras, tomadas de la
literatura patrística y de autores modernos, entre los que se mencionan
especialmente A. de L., su hermano Rodolfo, Guillermo de Champeaux e Ivo
de Chartres; 85 se atribuyen a A., editadas por G. Lefvre, Anselmi
Landunensis et Radtílphi fratt-is eius Sententiae excerptae, Evreux
1895. Las sentencias sistemáticas han sido editadas por F. Blicmetzrieder,
Anselmus von Laon systematische Sentenzen, Münster 1919,, de ellas
las Sententiae divinae paginae es casi seguro se trata de
recopilaciones hechas a base de las lecciones y escritos de A.; y las
conocidas como Sententiae Anselmi (Principium et causa omnium)
fueron compuestas, después de la muerte de A., seguramente por su hermano.
Se atribuyó a A. la Glossa interlinealis, un
comentario seguido y literal, sencillo, de la S. E.; mientras la Glossa
ordinaria (marginal) se atribuía a Walafrido Strabon. En realidad las
dos forman en la Edad Media una sola Glossa, que fue instrumento
valiosísimo para la exégesis posterior; son de A. el comentario a S.
Pablo, a los Salmos y quizá al evangelio de S. Juan; también se le
atribuyen Enarrationes in Cantica Canticorum, Enarr. in Apocalysim,
y otros comentarios a la S. E. (todos ellos en PL 162).
Las Sentencias de A. de L. son un esfuerzo por
sistematizar la Teología siguiendo un esquema, inspirado en Escoto
Eriúgena (vuelta del universo a Dios): Dios creador y su obra, caída de
los ángeles y del hombre (pecado original), necesidad de la Encarnación,
Redención y Sacramentos. Los temas más difíciles de la Trinidad, unión
hipostática, transustanciación, algunos sacramentos, no se tratan; las
Sentencias y Sumas de la Escolástica posterior desarrollarán más el
esquema de A. Éste profundiza en los temas relacionados con la creación y
el pecado original, naturaleza del alma, libertad, jerarquía de las
facultades humanas (sensibilidad, razón, intuición), virtudes teologales y
visión de Dios. El método de A. se basa en la autoridad de la Iglesia y de
los Padres, cuyos textos son los que trata de ordenar y sistematizar, más
en la línea de lo que hoy se llamaría Teología positiva y de los
antidialécticos del S. XI - como S. Pedro Damián y Lanfranco, el fundador
de la abadía de Bec-, que en la de S. Anselmo de Canterbury. No es extraño
que el dialéctico Pedro Abelardo, que también acudió a la escuela de Laón
a estudiar Teología, la abandonase al poco tiempo (obligado por otros
condiscípulos), declarando que allí perdía su tiempo v ridiculizando al
maestro A. (cfr. PL 178, 123).
Su hermano Rodolfo (m. 1134 ó 1136) le sucedió en la
dirección de la escuela, que decayó. La hizo resurgir por un tiempo
Gualterio de Mortagne (m. 1174), alumno de Alberico de Reims, otro
discípulo de A., en Tournai; fue uno de los que denunció las doctrinas de
Abelardo (ca.1136) y llegó a obispo de Laón (1153).
BIBL.: M. GRABMANN, Historia de la Teología católica, Madrid 1946, 46, 367; fD, Die Geschichte der scholastischen M,: taiode, II, Friburgo Br. 1911, 136-168; G. PARÉ, A. BRUNFT, P, TREMBL.AY, La renaissance du Xlje siécle, París 1932, pass.; F. CAVALLERA, D'Anselme de Laon á Pierre Lombard, «Bulletin De littérature ecclésiastique» 41 (1940) 40-54, 103-114; B. SMALLEY, The study of the Bible in the middle ages, Oxford 1941, 33.35, 40-46; A. M. LANDGRAF, introducción a la historia de la literatura teológica de la escolástica incipiente, Barcelona 1956, 89-103; 0. LOTTIN, Aux. origines de l'école d'Anselme de Laon, «Recherches de théologie ancienne et médiévale» 10 (1938) 101-122; fD, Nouveaux fragments théologiques de l'école d'Anselme de Laon, ib. 11 (1939) 252-259, 309-323; 12 (1940) 53-77; 13 (1946) 185-221, 262-281; 14 (1947) 8-31, 165-170 (bibl.); R. BARON, Note sur l'énigmatique «Summa Sententiarum», ib. 25 (1958) 26-41; G. FRAILE, Historia de la Filosofía, II, Madrid1966, 387-388, 411, 413, 542.JORGE IPAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.