Hans Urs von Balthasar (Lucerna, 1905 - Basilea, 1988) fue un teólogo católico del siglo XX.
Estudió en Viena, Berlín y Zúrich, y se licenció en literatura alemana (Germanistik). En Berlín fue donde conoció y recibió clases del también teólogo católico Romano Guardini, teniendo los primeros contactos con la filosofía de Kierkegaard. En 1928, tras concluir sus estudios de literatura alemana con la tesis "La historia del problema escatológico en la moderna literatura alemana" (Die Geschichte des eschatologischen Problems in der modern deutschen Literatür), ingresó en la Compañía de Jesús y se ordenó en 1936. Trabajó en Basilea como capellán de estudiantes. En 1948 funda junto con su colaboradora Adrienne von Speyr el Instituto secular, llamado "Comunidad de San Juan". En 1950 abandonó la orden de los jesuitas. Las autoridades religiosas le prohibieron dar clases debido a que sus ideas no encajaban en las formulaciones tradicionales del catolicismo. En 1953, escribió Abatid los Bastiones donde defendió que la Iglesia no podía aparecer en el mundo moderno como una enemiga del mismo o una fortaleza cerrada, sino que su vocación trascendente tenía que llevarla a una apertura, asimilando los nuevos sistemas y dejándose interperlar para renovar los tesoros olvidados o aún no descubiertos que contiene el depósito de la fe. Ello le generó grandes incomprensiones por parte de la jerarquía eclesiástica.
Tras el Concilio Vaticano II, al que no había sido invitado, recibió un reconocimiento prácticamente unánime a su talla intelectual y a la profundidad de su pensamiento. Fundó con Henri de Lubac y Joseph Ratzinger la revista Communio. En 1975 recibió el premio Gottfried Keller, el más prestigioso galardón literario que se concede en Suíza.
Juan Pablo II lo creó cardenal, pero murió dos días antes de la ceremonia, el 26 de junio de 1988.
Junto a Karl Rahner y a Karl Barth es quizá uno de los grandes pensadores cristianos contemporáneos y por ello, el 23 de junio de 1984 recibió el Premio Pablo VI de manos de Juan Pablo II.
Ha influenciado directamente a filósofos como Jean Luc Marion.
En una sociedad donde todo se valora en beneficio económico y adquisición de prestigio social y poder político y en donde se posterga lo demás como carente de utilidad, el cristianismo ha de proclamar que Sólo el Amor es digno de fe (título de una de sus obras). La única recompensa es el amor mismo. Las buenas obras han de ser eco del amor. De lo contrario, carecen de valor.
El poder económico, cultural, comunicativo y político para evangelizar, supone traicionar a la misión de la Iglesia. Las comunidades que anhelan ocupar posiciones de poder para ayudar así a la Iglesia, en realidad la adulteran, ocultan el rostro salvador del crucificado y la alegría que nace de la sencillez de quien acoge al Espíritu.
El Ser absoluto se reveló como Amor absoluto en el anonadamiento y la Cruz. Por consiguiente, debe renunciarse a los medios de poder mundanos, a la identidad entre influencia socioeconómica y evangelización. Influencia y poder, por sus propias reglas internas, acaban siempre en prepotencia avasalladora o integrismo defensivo. Sólo en la impotencia actúa el superpoder del Amor Absoluto.
Índice
Trayectoria
Nació en Lucerna, Suiza el día 12 de agosto de 1905, sus estudios básicos los realizó en la escuela jesuita Stella Matutina y sus estudios previos a la educación superior en el Gymnasium de los benedictinos en Engelberg, Suiza, solamente por cuatro años, terminando en dos años y medio más en Feldkirch, Austria, nuevamente con los jesuitas.Estudió en Viena, Berlín y Zúrich, y se licenció en literatura alemana (Germanistik). En Berlín fue donde conoció y recibió clases del también teólogo católico Romano Guardini, teniendo los primeros contactos con la filosofía de Kierkegaard. En 1928, tras concluir sus estudios de literatura alemana con la tesis "La historia del problema escatológico en la moderna literatura alemana" (Die Geschichte des eschatologischen Problems in der modern deutschen Literatür), ingresó en la Compañía de Jesús y se ordenó en 1936. Trabajó en Basilea como capellán de estudiantes. En 1948 funda junto con su colaboradora Adrienne von Speyr el Instituto secular, llamado "Comunidad de San Juan". En 1950 abandonó la orden de los jesuitas. Las autoridades religiosas le prohibieron dar clases debido a que sus ideas no encajaban en las formulaciones tradicionales del catolicismo. En 1953, escribió Abatid los Bastiones donde defendió que la Iglesia no podía aparecer en el mundo moderno como una enemiga del mismo o una fortaleza cerrada, sino que su vocación trascendente tenía que llevarla a una apertura, asimilando los nuevos sistemas y dejándose interperlar para renovar los tesoros olvidados o aún no descubiertos que contiene el depósito de la fe. Ello le generó grandes incomprensiones por parte de la jerarquía eclesiástica.
Tras el Concilio Vaticano II, al que no había sido invitado, recibió un reconocimiento prácticamente unánime a su talla intelectual y a la profundidad de su pensamiento. Fundó con Henri de Lubac y Joseph Ratzinger la revista Communio. En 1975 recibió el premio Gottfried Keller, el más prestigioso galardón literario que se concede en Suíza.
Juan Pablo II lo creó cardenal, pero murió dos días antes de la ceremonia, el 26 de junio de 1988.
Junto a Karl Rahner y a Karl Barth es quizá uno de los grandes pensadores cristianos contemporáneos y por ello, el 23 de junio de 1984 recibió el Premio Pablo VI de manos de Juan Pablo II.
Ha influenciado directamente a filósofos como Jean Luc Marion.
Pensamiento
La fe
La automanifestación del Ser Absoluto a través de Cristo y su cruz sólo se puede entender si se comprende la entrega humana hasta la muerte como expresión del Amor total. Así pues, la fe es una respuesta individual y colectiva al amor que se vació por todos y cada uno. En consecuencia creer es sólo amar, y nada puede y debe ser creído sino el amor.En una sociedad donde todo se valora en beneficio económico y adquisición de prestigio social y poder político y en donde se posterga lo demás como carente de utilidad, el cristianismo ha de proclamar que Sólo el Amor es digno de fe (título de una de sus obras). La única recompensa es el amor mismo. Las buenas obras han de ser eco del amor. De lo contrario, carecen de valor.
La Iglesia
La Iglesia sólo será auténtica si vive en coherencia con la impotencia y fragilidad de la Cruz de Cristo. El Amor de Cristo sólo puede manifestarse en la exposición desprotegida y desinteresada de los que viven de él. Un Amor que cura la culpa (el perdón), el sufrimiento, el sinsentido del absurdo, el egoísmo y la muerte.El poder económico, cultural, comunicativo y político para evangelizar, supone traicionar a la misión de la Iglesia. Las comunidades que anhelan ocupar posiciones de poder para ayudar así a la Iglesia, en realidad la adulteran, ocultan el rostro salvador del crucificado y la alegría que nace de la sencillez de quien acoge al Espíritu.
El Ser absoluto se reveló como Amor absoluto en el anonadamiento y la Cruz. Por consiguiente, debe renunciarse a los medios de poder mundanos, a la identidad entre influencia socioeconómica y evangelización. Influencia y poder, por sus propias reglas internas, acaban siempre en prepotencia avasalladora o integrismo defensivo. Sólo en la impotencia actúa el superpoder del Amor Absoluto.
Infierno y Esperanza
Véase también: Infierno
La sobreabundancia del Amor y su virtud difusiva a través de los que
viven de él hace que no haya lugar para una sistemática sobre cuantos se
salvarán y cuantos se condenarán. Balthasar recoge elementos de las Escrituras y de los Padres de la Iglesia
que hablan de la salvación para todos y cada uno. En la dimensión del
amor sin límites, la esperanza del creyente no consiste en salvarse él
en solitario, la única esperanza que se le permite al cristiano es la
salvación de todos los hombres. Balthasar apela a la tradición de la
Iglesia que ruega por la salvación de todos y cada uno de los hombres.
Esa súplica, si es verdadera y auténtica, ha de estar llena de sentido y
ser eficaz y fructífera. Es en ese contexto en el que ha de entenderse
su afirmación de que el infierno existe, pero quizás está vacío.Obras de Von Balthasar en español
- Balthasar, Hans Urs von. Si no os haceis como este niño. Ediciones San Juan. ISBN 9872133395.
- —. El Rosario. Ediciones San Juan. ISBN 9872323704.
- —. El libro del Cordero. Ediciones San Juan. ISBN 9788461358861.
- —. San Pablo lucha con su comunidad. Ediciones San Juan. ISBN 9789872323721.
- —. Gloria. 7 vols. Encuentro. ISBN 84-7490-131-6.
- —. Teodramática. 2 vols. Encuentro. ISBN 84-7490-256-8.
- —. Teológica. 2 vols. Encuentro. ISBN 84-7490-432-3.
- —. El corazón del mundo. Encuentro. ISBN 9788474909807.
- —. Pneuma e institución. Encuentro. ISBN 9788474909142.
- —. Todo en el fragmento. Encuentro. ISBN 978-84-7490-889-3.
- —. Escatología en nuestro tiempo. Encuentro. ISBN 9788474908954.
- —. La oración contemplativa. Encuentro. ISBN 9788474908817.
- —. Examinadlo todo y quedaos con lo bueno. Encuentro. ISBN 9788474908602.
- —. María, Iglesia naciente. Encuentro. ISBN 84-7490-800-0.
- —. Vía crucis. Encuentro. ISBN 978-84-7490-793-3.
- —. Teología de los tres. Encuentro. ISBN 84-7490-574-5.
- —. La verdad es sinfónica.. Encuentro. ISBN 84-7490-013-1.
- — (2000). Tratado sobre el Infierno. Compendio (2a edición). EDICEP. ISBN 978-84-7050-569-0.
- —. Abatid los bastiones. Traductor: Salvador Castellote Cubells. EDICEP. ISBN 978-84-7050-569-0.
- —. Sólo el amor es digno de fe.
- —. Quién es cristiano.
- —. Meditaciones sobre el credo apotólico.
- —. Tratado sobre el infierno.
- — (2007). Examinadlo todo y quedaos con lo bueno: entrevista de Angelo Scola. Encuentro Ediciones. ISBN 978-84-7490-860-2.
Bibliografía sobre Von Balthasar en español
- Angelo Scola (1997). Hans Urs Von Balthasar: Un estilo teológico. Encuentro. ISBN 9788474904383.
- Javier Guajardo-Fajardo Colunga (2005). Lo Finito y la Finitud. Una aproximación a Hans Urs Von Balthasar. Hergué. ISBN 84-95319-54-3.
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