Fundada en 1098 por San Roberto, abad de Molesme, en una parte
desierta y deshabitada de la diócesis de Châlons-sur-Saône, hoy la
diócesis de Dijón (Côted’Or, Francia), distante 19km de esta última
ciudad. Una pequeña corriente de agua que inundaba sus riberas formaba
allí una ciénaga cubierta de gran maleza y juncos llamados en el
lenguaje de la región cistels, de allí el nombre de Cistell o Cîteaux
(Lat. Cistercium). Aquí, en un lugar desconocido para el hombre y por
ello habitado solamente por bestias salvajes, San Roberto y sus
compañeros, en número de veintiuno, pusieron los cimientos de la Orden
de Cîteaux, y comenzaron la observancia literal de la Regla de San
Benito. San Roberto construyó el primer monasterio de la Orden
Cisterciense, que él bautizó como Novum Monasterium (Nuevo Monasterio),
para distinguirlo del de Molesme, del cuál él y sus hermanos habían
venido. El dominio en el que estaba situado Cîteaux pertenecía a
Raynald, vizconde de Beaune quién, con su esposa Hodierna, lo cedieron
voluntariamente a Dios y a la Virgen María. El nombre de Cîteaux que
tenía anteriormente, pronto suplantó al de Novum Monasterium, por el
cuál se le denomina en el “Exordium Cisterciensis Ordinis”. El Duque de
Borgoña, Eudes I, conmovido por la santa vida de los monjes de Cîteaux,
impulsó la obra y tomó sobre sí la obligación de sufragar los gastos. El
nuevo monasterio fue inaugurado en la fiesta de San Benito, el 21 de
Marzo de 1098. San Roberto fue electo abad de Cîteaux , pero fue
requerido de nuevo en Molesme, siendo sucedido por San Alberic, quién
dio a los monjes el hábito blanco y colocó de inmediato al monasterio
bajo la protección de la Santa Sede. Bajo el sucesor de San Alberico,
San Stephen Harding, el número de súbditos se incrementó con la llegada
de San Bernardo y sus treinta compañeros, todos jóvenes nobles de
Borgoña, y la orden comenzó a enviar colonias. La Ferté, en la diócesis
de Chalons (hoy Autun), Pontigny (Pontiniacum) en la diócesis de
Auxerre, Clairvaux (Claravallis), en la diócesis de Langres (hoy de
Troyes), y Morimond (Morimundus), en la misma diócesis de Langres,
fueron las primeras cuatro hijas de Cîteaux, que, a su vez, dieron
nacimiento a muchos monasterios. Los abades de estas casas fueron
llamados los primeros cuatro Padres de la orden, y la ”Constitución de
la Caridad”, obra de San Stephen, les confirió el derecho de visitar la
Abadía de Cîteaux.
Papas y reyes otorgaron muchos honores y privilegios a Cîteaux. Siendo ésta la abadía-madre de la Orden Cisterciense, el abad era reconocido como cabeza y superior general de toda la orden. El puesto era electivo, el candidato sólo podía ser escogido entre los religiosos de la orden y exclusivamente electo por los religiosos de la casa de Cîteaux. Actualmente el abad es electo por el capítulo general, no participando los religiosos de Cîteaux. Anteriormente la elección era acumulativa, es decir, al abad general pertenecían, de jure, la plena administración en asuntos espirituales y temporales, sin esperar la confirmación de la Santa Sede. Hoy, esta confirmación requerida antes de que el abad general pueda ejercer sus poderes. El abad de Cîteaux era también ipso facto primer consejero (primus consiliarius natus) en el parlamento de Borgoña. También tenía el derecho a ser llamado a la convocatoria de los Estados Generales del reino y al de los estados de la provincia de Borgoña. En los consejos se sentaba inmediatamente después de los obispos y tenía los mismos honores y prerrogativas. Era considerado como el primero de los abades, “el abad de abades”. Como jefe y superior general, tenía el derecho, como lo tiene hoy, para visitar personalmente o mediante un delegado suyo, todos los monasterios de la orden, y durante la visita ejercer todos los poderes jurisdiccionales.
Cîteaux ha sido vivero de santos y personajes ilustres. Desde San Roberto al Beato Guy III, veintitrés abades son venerados en la orden como santos o beatos. Lambert (1155-61), Gilbert (1163-67), Alexander (1168-75) y Arnaud (1201-12) son reconocidos por los eminentes servicios brindados a los Papas y a los reyes. Seis abades de Cîteaux fueron honrados con la púrpura romana. Henri (1304-16) y Jean IV de Martigny (1405-28) fueron ilustres por su conocimiento en los concilios ecuménicos. Guy d’Autun (1460-62), Hymbert Martin de Losne (1462-76), Jean IV de Cirey (1476-1501) fueron valerosos defensores de la orden contra la práctica de Commendam. Otros se distinguieron por su celo por la restauración de la disciplina y por sus tendencias reformistas: Edme I de la Croix (1585-1604), Nicholas II Boucherat (1604-25), Claude Vaussin (1643-70), Jean XII Petit (1670-92), Nicholas Larcher (1692-1712). Pero su gloria pasada y la regularidad que aun existía a fines del siglo XVIII no pudieron salvar a Cîteaux. Es notable, sin embargo, que a excepción de un hermano lego, ninguno de los religiosos de Cîteaux aceptó la pensión del Estado. El 4 de Mayo de 1791, la abadía fue vendida por vez primera como propiedad nacional. El 62avo. y último abad fue Dom François Trouvé (1748-90). Habiendo perdido toda esperanza de salvar su monasterio, él rogó al Papa Pío VI, el 25 de Julio de 1790, que transfiriera sus poderes a Dom Robert Schlecht, abad de Salmansweiler, una disposición que permitió vida y esperanza a las otras provincias. Dom F.Trouvé murió el 27 de Abril de 1797.
Los monjes de Cîteaux crearon los viñedos de ClosVougeot y Romaneé, los más famosos de Borgoña. En 1791, la abadía, que poseía 3966 has., fue vendida por el gobierno en 862,000 libras y ese dinero fue utilizado a su vez para distintos propósitos. En Diciembre de 1841, fue vendida a un inglés, Arthur Young, discípulo de Fourier, con el propósito de establecer allí un falansterio (N. del Traductor: Comunidad cooperativa auto sostenible de los seguidores de Charles Fourier (1772-1837), socialista utópico francés) que, sin embargo, fracasó completamente en 1846. El abate Joseph Rey, fundador de los Hermanos de S. José, la compró en 1846, estableció allí una colonia para propósitos agrícolas y abrió una escuela para la recepción y educación de delincuentes jóvenes y niños abandonados. La colonia fue suprimida en 1889 y el 2 de Octubre de 1898, la Orden de los Cistercienses Reformados tomó posesión nuevamente de Cîteaux, y Dom Sebastian Wyart llegó a ser el 63avo. abad, después de una interrupción de 107 años. Él fue reemplazado (Octubre de 1904) por Dom Augustin Marre, abad de Igny, obispo titular de Constanza y General de la Orden de Cistercienses Reformados, quien teniendo su residencia en Roma, nombró un auxiliar para el gobierno de Cîteaux, Dom Robert Lescand, abad titular de Saint-Au-bin y prior de la casa de Cîteaux.
Luego de Dom Augustin Marre ha habido siete Abades Generales: Dom Jean Baptiste Ollitrault de Keryvallan (1922-29); Dom Hermann-Joseph Smets (1929-43); Dom Dominic Nogues (1943-46, como vicario sede vacante y de 1946-51, como Abad General); Dom Gabriel Sortais (1951-63); Dom Ignace Gillet (1964-74); Dom Ambrose Southey (1974-90); y a partir del 8 de Septiembre de 1990, Dom Bernardo Olivera. Dado que desde 1892 el Abad General reside en Roma (Viale Africa 33), Dom Ignace Gillet fue el último Abad General que utilizó el título honorario de Abad de Cîteaux; la abadía cuenta con un abad como cualquier otra abadía.
Nota del traductor: In Commendam - Lat. Literalmente “en encomienda”. Se refiere al usufructo de un beneficio eclesiástico en una sede que está vacante, en tanto llega el nuevo titular. Esta práctica a partir de la Revolución Francesa se hizo bastante rara y actualmente sólo el Papa puede ejercerla.
Bibliografía hasta 1908
Exordia Sacri Ordinis Cisterciensis (Fr.tr., Paris, 1984); Le Nain, Essai de l’histoire de Cîteaux (Paris, 1696-97); Paris, Nomasticon Cisterciense (Paris, 1669); Janauscheck, Originum Cisterciensium (Vienna, 1897), I; L’Union Cistercienne (Hautecombe, 1892); Menologe Cistercien, par un moine de Thymadeuc (Saint-Brieuc, 1898); Histoire abregee de l’Ordre de Cîteaux, par un moine de Thymadeuc (Saint-Brieuc, 1898).
Bibliografía de Actualización
BLANCA LOPEZ LLORENA. Cistercian Grace Today: Conformity to Christ. (Images of Christ in Cistercian Tradition). http://users.skynet.be/am012324/scriptorium/gc1999/blanca-eng.htm
Alejandro Masoliver, “El catálogo de los abades generales de Cister”, in Analecta Cisterciensia, vol. 44, 1988, pp. 172-198. Referencia proporcionada muy amablemente por el Hno.Elías Dietz, Srio. del Abad General de la OCSO.
F.M. GILDAS Transcrito por Larry Trippett Traducido y actualizado por Eduardo Torres
Papas y reyes otorgaron muchos honores y privilegios a Cîteaux. Siendo ésta la abadía-madre de la Orden Cisterciense, el abad era reconocido como cabeza y superior general de toda la orden. El puesto era electivo, el candidato sólo podía ser escogido entre los religiosos de la orden y exclusivamente electo por los religiosos de la casa de Cîteaux. Actualmente el abad es electo por el capítulo general, no participando los religiosos de Cîteaux. Anteriormente la elección era acumulativa, es decir, al abad general pertenecían, de jure, la plena administración en asuntos espirituales y temporales, sin esperar la confirmación de la Santa Sede. Hoy, esta confirmación requerida antes de que el abad general pueda ejercer sus poderes. El abad de Cîteaux era también ipso facto primer consejero (primus consiliarius natus) en el parlamento de Borgoña. También tenía el derecho a ser llamado a la convocatoria de los Estados Generales del reino y al de los estados de la provincia de Borgoña. En los consejos se sentaba inmediatamente después de los obispos y tenía los mismos honores y prerrogativas. Era considerado como el primero de los abades, “el abad de abades”. Como jefe y superior general, tenía el derecho, como lo tiene hoy, para visitar personalmente o mediante un delegado suyo, todos los monasterios de la orden, y durante la visita ejercer todos los poderes jurisdiccionales.
Cîteaux ha sido vivero de santos y personajes ilustres. Desde San Roberto al Beato Guy III, veintitrés abades son venerados en la orden como santos o beatos. Lambert (1155-61), Gilbert (1163-67), Alexander (1168-75) y Arnaud (1201-12) son reconocidos por los eminentes servicios brindados a los Papas y a los reyes. Seis abades de Cîteaux fueron honrados con la púrpura romana. Henri (1304-16) y Jean IV de Martigny (1405-28) fueron ilustres por su conocimiento en los concilios ecuménicos. Guy d’Autun (1460-62), Hymbert Martin de Losne (1462-76), Jean IV de Cirey (1476-1501) fueron valerosos defensores de la orden contra la práctica de Commendam. Otros se distinguieron por su celo por la restauración de la disciplina y por sus tendencias reformistas: Edme I de la Croix (1585-1604), Nicholas II Boucherat (1604-25), Claude Vaussin (1643-70), Jean XII Petit (1670-92), Nicholas Larcher (1692-1712). Pero su gloria pasada y la regularidad que aun existía a fines del siglo XVIII no pudieron salvar a Cîteaux. Es notable, sin embargo, que a excepción de un hermano lego, ninguno de los religiosos de Cîteaux aceptó la pensión del Estado. El 4 de Mayo de 1791, la abadía fue vendida por vez primera como propiedad nacional. El 62avo. y último abad fue Dom François Trouvé (1748-90). Habiendo perdido toda esperanza de salvar su monasterio, él rogó al Papa Pío VI, el 25 de Julio de 1790, que transfiriera sus poderes a Dom Robert Schlecht, abad de Salmansweiler, una disposición que permitió vida y esperanza a las otras provincias. Dom F.Trouvé murió el 27 de Abril de 1797.
Los monjes de Cîteaux crearon los viñedos de ClosVougeot y Romaneé, los más famosos de Borgoña. En 1791, la abadía, que poseía 3966 has., fue vendida por el gobierno en 862,000 libras y ese dinero fue utilizado a su vez para distintos propósitos. En Diciembre de 1841, fue vendida a un inglés, Arthur Young, discípulo de Fourier, con el propósito de establecer allí un falansterio (N. del Traductor: Comunidad cooperativa auto sostenible de los seguidores de Charles Fourier (1772-1837), socialista utópico francés) que, sin embargo, fracasó completamente en 1846. El abate Joseph Rey, fundador de los Hermanos de S. José, la compró en 1846, estableció allí una colonia para propósitos agrícolas y abrió una escuela para la recepción y educación de delincuentes jóvenes y niños abandonados. La colonia fue suprimida en 1889 y el 2 de Octubre de 1898, la Orden de los Cistercienses Reformados tomó posesión nuevamente de Cîteaux, y Dom Sebastian Wyart llegó a ser el 63avo. abad, después de una interrupción de 107 años. Él fue reemplazado (Octubre de 1904) por Dom Augustin Marre, abad de Igny, obispo titular de Constanza y General de la Orden de Cistercienses Reformados, quien teniendo su residencia en Roma, nombró un auxiliar para el gobierno de Cîteaux, Dom Robert Lescand, abad titular de Saint-Au-bin y prior de la casa de Cîteaux.
Luego de Dom Augustin Marre ha habido siete Abades Generales: Dom Jean Baptiste Ollitrault de Keryvallan (1922-29); Dom Hermann-Joseph Smets (1929-43); Dom Dominic Nogues (1943-46, como vicario sede vacante y de 1946-51, como Abad General); Dom Gabriel Sortais (1951-63); Dom Ignace Gillet (1964-74); Dom Ambrose Southey (1974-90); y a partir del 8 de Septiembre de 1990, Dom Bernardo Olivera. Dado que desde 1892 el Abad General reside en Roma (Viale Africa 33), Dom Ignace Gillet fue el último Abad General que utilizó el título honorario de Abad de Cîteaux; la abadía cuenta con un abad como cualquier otra abadía.
Nota del traductor: In Commendam - Lat. Literalmente “en encomienda”. Se refiere al usufructo de un beneficio eclesiástico en una sede que está vacante, en tanto llega el nuevo titular. Esta práctica a partir de la Revolución Francesa se hizo bastante rara y actualmente sólo el Papa puede ejercerla.
Bibliografía hasta 1908
Exordia Sacri Ordinis Cisterciensis (Fr.tr., Paris, 1984); Le Nain, Essai de l’histoire de Cîteaux (Paris, 1696-97); Paris, Nomasticon Cisterciense (Paris, 1669); Janauscheck, Originum Cisterciensium (Vienna, 1897), I; L’Union Cistercienne (Hautecombe, 1892); Menologe Cistercien, par un moine de Thymadeuc (Saint-Brieuc, 1898); Histoire abregee de l’Ordre de Cîteaux, par un moine de Thymadeuc (Saint-Brieuc, 1898).
Bibliografía de Actualización
BLANCA LOPEZ LLORENA. Cistercian Grace Today: Conformity to Christ. (Images of Christ in Cistercian Tradition). http://users.skynet.be/am012324/scriptorium/gc1999/blanca-eng.htm
Alejandro Masoliver, “El catálogo de los abades generales de Cister”, in Analecta Cisterciensia, vol. 44, 1988, pp. 172-198. Referencia proporcionada muy amablemente por el Hno.Elías Dietz, Srio. del Abad General de la OCSO.
F.M. GILDAS Transcrito por Larry Trippett Traducido y actualizado por Eduardo Torres
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