martes, 22 de julio de 2014

Ciro de Alejandría

Patriarca melquita de la sede de Alejandría en el siglo VII y uno de los autores del monotelismo; murió cerca del año 641. Había sido desde el 620 obispo de Fasis en Colchis cuando el emperador Heraclio, en el curso de su campaña persa (626), lo consultó sobre un plan para traer a los monofisitas de Egipto de vuelta a la Iglesia y para apoyar el imperio. El plan, sugerido por Sergio, patriarca de Constantinopla consistía en confesar la fe de Calcedonia sobre las dos naturalezas de Cristo, mientras que prácticamente se anulaba al admitir una operación y voluntad teándrica. Ciro dudó al principio, pero con la seguridad que le dio Sergio de que esta fórmula no se oponía ni a los Padres ni a Calcedonia e iba dirigida a lograr grandes resultados, se convirtió en un firme favorecedor de ella, y, a cambio, Heraclio lo elevó a la entonces vacante sede de Alejandría (630). Una vez patriarca, se dedicó afanosamente a efectuar la deseada unión. En un sínodo efectuado en Alejandría propuso lo que se conoce como el “Satisfactio”, un acuerdo en nueve artículos, el séptimo de los cuales es una afirmación audaz de la herejía monotelita. Los monofisitas (teodosianos o severinos) le dieron la bienvenida al acuerdo con la advertencia, sin embargo, de que Calcedonia estaba viniendo a ellos, no ellos a Calcedonia. La unión así lograda fue diestramente explotada, con miras a ganar al Papa Honorio I para el monotelismo; por el contrario, resultó inefectiva, y pronto cayó en descrédito bajo el nombre despectivo de la “unión acuosa”. Sin embargo, Ciro perseveró en su adhesión al compromiso, e incluso aceptó la “ectesis”, una nueva formulación imperial del mismo error (637). Cuando Amru, el general de Omar, amenazó la prefectura de Egipto, se nombró a Ciro prefecto y se le confió conducir la guerra. Ciertas estipulaciones humillantes, a las que se subscribió en aras de la paz, enojaron a su amo imperial. Lo llamaron y lo acusaron ásperamente de connivencia con los sarracenos; sin embargo, pronto fue reinstalado a su antigua autoridad, debido al inminente sitio de Alejandría, pero no pudo impedir la caída de la gran ciudad (640) y murió poco después.
Tenemos tres cartas de Ciro a Sergio y el “Satisfactio”, todos conservados en las actas del Sínodo Romano de Letrán y del Sexto Concilio General (Mansi, X, 1004; XI, 560, 562, 964). La primera carta es una aceptación de la “ectesis”; en la segunda Ciro describe su perplejidad entre el Papa San León II y Sergio; en la tercera se narra la conversión de Teodosio. El séptimo artículo del “Satisfactio”---los otros son irrelevantes---lee como sigue: “El único y mismo Cristo, el Hijo, realiza las obras propias de Dios y del hombre por una operación teándrica, según San Dionisio”. El principal oponente de Ciro, San Sofronio (murió en 637) (Epistola synodica, Mansi, XI, 480), y San Máximo (murió en 662) (Epistola ad Nicandrum; disputatio cum Pyrrho, P.G., XCI, 101, 345), le reprocharon el haber falsificado el entonces tan respetado texto de Dionisio y substituirlo por otro. Además, demostraron la inanidad de su reclamo al apoyo de los Padres, y explicaron cómo las naturalezas humana y Divina de Cristo, algunas veces llamadas una, porque pertenecen a la misma persona y obran en perfecta armonía, no pueden ser más identificadas físicamente que las naturalezas de donde proceden. Los historiadores no concuerdan sobre cómo Ciro cayó en este error. Algunos piensan que era, desde el principio, un monofisita de corazón. Otros, con más razón, sostienen que Sergio y Heraclio lo llevaron al error. Ciro fue condenado como hereje en el Concilio de Letrán de 649 (Denzinger, Enchiridion, 217, 219) y en 680 en el Tercer Concilio Ecuménico de Constantinopla (Denzinger, 238; Mansi, XI, 554). (Vea Monotelismo y Monotelitas.)

Bibliografía: NEALE, Historia de la Santa Iglesia Oriental (Londres, 1847), II; HEFELE, Conciliengesch. (Friburgo, 1877), III; PETAVIO, Dogmata Catholica (París, 1866), V, i, 19; BURT, Historia del Bajo Imperio Romano (Londres, 1880); MANN, Vidas de los Papas (Londres, 1902), Vol. I, Pt. I, 330; SCHWANE-DEGERT, Hist. des dogmes (Paris, 1903), II; TURMEL, Hist. de la théol. positive (Paris, 1904).
Fuente: Sollier, Joseph. "Cyrus of Alexandria." The Catholic Encyclopedia. Vol. 4. New York: Robert Appleton Company, 1908. <http://www.newadvent.org/cathen/04597c.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.

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