PICARDOS.

Conviene hacer saber que "Picardo" no fue en su origen propiamente un apellido, sino la designación de un lugar de origen: picardos (sin mayúscula) fueron llamados en el siglo XVI unos desdichados franceses que pasaron huyendo a distintos poblados italianos, provenientes de la llamada picardía, región francesa fronteriza con Italia. Y como eran oriundos de la Picardía, fue natural que se les llamara picardos: "Mira, ése que va ahí es un picardo", "Ayer llegaron al pueblo nuevos picardos para refugiarse entre nosotros", etc.

¿Y de qué huían los tales picardos? De las persecuciones religiosas que tuvieron lugar en la Francia del rey Carlos IX, Y que culminaron en la espantable "Noche de San Bartolomé" (24 - de agosto de 1572), en que fueron asesinados cientos de protestantes ("hugonotes", como se les decía).

Los protestantes que residían cerca de la frontera -como fue el caso de los franceses de la Picardía- trataron de librarse de las matanzas pasando a Italia; pero, por temor, procuraron por todos los medios mantener oculta su identidad, de modo que sus apellidos de origen se perdieron para siempre. Y como .eran conocidos genéricamente por "picardos", andando el tiempo esta denominación sirvió para designarlos y terminó convirtiéndose en apellido.

Cuenta la leyenda que muchos de estos protestantes refugiados se convirtieron a la religión católica (por auténtica convicción o… por miedo a nuevas persecuciones) y se juraron entre sí ponerle a cada hijo primogénito el nombre Bartolomé, en recuerdo y desagravio de la tétrica noche en que tantos sucumbieron.

Entre los poblados fronterizos que acogieron a más picardos huidos se cuenta Fiorino; y en una de las mayores elevaciones de las montañas de Fiorino existe todavía una casa de piedra, semejante a un castillo o un fuerte, construida por los Picardo (ahora apellido), de donde provenimos los que hoy llevamos ese nombre, y que va a aparecer más de una vez en estas historias.