Cartas pastorales.
Introducción
Estas cartas escritas por Pablo, o por un discípulo suyo
en la época final del siglo I, después de su muerte,
manifiestan su preocupación al final de su vida: Mantener
intacta la fe en Jesucristo, recibida de los Apóstoles. Del
contenido de las cartas, la Iglesia aparece ya estructurada en diferentes
ministerios, sobre todo con el obispo y los diáconos.
Además
estas cartas nos permiten acercarnos a algunas fórmulas de
alabanza de la primera Iglesia, gracias a los cánticos en
ellas citados: 1Tim. 2,5-6; 3,16; 6,15-16; 2Tim. 2, 8-13.
Se
llaman cartas pastorales porque están dirigidas a dos grandes
pastores, colaboradores de Pablo y porque se ocupan de la función
y normas de los "pastores", es decir de aquellos que mantienen
la unidad y la fe dentro de una Iglesia particular, que empieza
a estructurarse.
Destinatarios
Timoteo es bien conocido en el libro de los Hechos
y en las anteriores cartas paulinas. Era hijo de una judía
y de un griego, y fue circuncidado por iniciativa de Pablo (Hch.
16,3). Las cartas paulinas lo asocian con frecuencia a Pablo, discípulo
suyo y amigo. (1Tes. 3,2ss; 1Cor. 4,17; 16,10). Fue el discípulo
predilecto de Pablo, habiéndose desde joven unido a él.
En cuanto a Tito, ausente en el libro de los Hechos,
sabemos lo esencial de él gracias a Gal. 2, 1-5. era griego,
no-circunciso; por eso lo había llevado Pablo en su viaje
a Jerusalén, donde deseaba obtener la aprobación de
los apóstoles para la libertad de los gentiles frente a la
ley de Moisés.
La 2Cor. habla de él repetidas veces. Fue
enviado a Corinto para arreglar los problemas ahí presentes
(2Cor. 2,13; 7,6); su misión tuvo éxito (7,13); sabemos
también que Tito tiene más personalidad que Timoteo.
Situación
y objetivo de las cartas
En las Iglesias a las que se dirigen las cartas pastorales, habían
surgido varios problemas:
-
a)
Falsos doctores practicaban doctrinas de carácter judaizante
gnóstico, que debían suponer un grave peligro,
dada la insistencia con que las cartas las mencionan.
-
b)
No aparece el fervor y el entusiasmo de los creyentes del tiempo
de Pablo, sino que los cristianos se han vuelto mediocres y
conformistas.
-
c)
Se sentía también la necesidad de unos dirigentes
de Iglesias locales que asegurasen el depósito de la
fe que Timoteo y Tito habían recibido
de Pablo.
En esa
triple línea van enmarcadas las instrucciones que Pablo dirige
a Timoteo y Tito, y en ellos, a sus sucesores.
Contenido
de las tres cartas
En cuanto al contenido es prevalentemente
pastoral, pero se notan los principios paulinos de las últimas
cartas:
Cristo, en quien se hace visible el plan
salvífico de Dios, es el único mediador universal
(1Tim. 2, 4-7).
La Iglesia aparece como el nuevo pueblo
de Dios, purificado por el sacrificio de Cristo (Tit. 2,14).
La casa del Dios vivo, la gran familia
de Dios, fundamento y columna de la verdad (1Tim. 3,14).
Tiene la misión de conservar el
depósito recibido (1Tim. 6,20; 2Tim. 2,2).
Los ministros que reciben el ministerio
con la imposición de manos (Tim. 4,14; 2Tim. 1,6). Tienen
la misión de enseñar y poder de jurisdicción
(1Tim. 1,3; 1,19s; Tit. 3,12).
La salvación por Cristo lleva consigo
unas exigencias: ante todo, la fe, la esperanza y la caridad, fundamentos
de toda vida cristiana. Además oración y espíritu
de lucha; obediencia, paciencia y mansedumbre. También pureza
frente a las costumbres depravadas.
Hay una insistencia peculiar en la fidelidad
a la sana doctrina y en la práctica de las buenas obras.
Se añade un conjunto de virtudes humanas: Sobriedad, laboriosidad,
amabilidad, hospitalidad, etc. Y una lección admirable, el
cristiano tiene que unir a su dimensión cristiana el conjunto
de virtudes que denominamos "honradez".
Importancia de las cartas
pastorales
Mantienen viva la herencia de Pablo: Frente
a nuevas crisis, cuando en la joven Iglesia había corrientes
que querían una especie de vuelta al Judaísmo, las
cartas pastorales mantienen el espíritu y la doctrina de
abertura al Espíritu.
Defienden el carácter genuino del
Evangelio: Empezaban ya a extenderse el riesgo de un posible gnosticismo
en la Iglesia: El mensaje de Jesús podía diluirse
en una especie de experiencia, que evadía de los problemas
del mundo, en busca de pura interioridad espiritual y con una visión
dualista del mundo.
En contra de este riesgo, las cartas pastorales
vuelven a recordar a los cristianos el fundamento de su fe en Cristo
Jesús de Nazaret, y su compromiso dentro del mundo.
Nos dan las pautas sobre la organización
de la Iglesia, con las funciones de los varios ministerios.
Dan unas reglas de vida para la fe de
la comunidad:
-
La fe verdadera
es la que enseñaron los apóstoles, y que fue transmitida
en los inicios.
-
Los ministros,
o sea los responsables de la Iglesia, que reciben su misión
por imposición de manos (= sacramento del orden sacerdotal),
deben mantener intacto el "depósito de la fe"
recibido por los apóstoles.
Los creyentes crecerán en la fe,
no metiéndose en discursos inútiles, sino guardando
la unidad con los apóstoles y poniendo en práctica
la bondad que Cristo enseñó.
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