miércoles, 12 de junio de 2013

ARCA DE NOÉ.

Pintura del estadounidense Edward Hicks (1780-1849), que muestra a los animales embarcando de dos en dos.
Grabado de principios del S XVIII reflejando el Arca de Noé y la distrbución de los animales que en ella viajaron


Esta narración se puede encontrar tanto en los textos sagrados del judeo-cristianismo (la Torah y el Antiguo Testamento) como en el Corán de los musulmanes. Su origen puede remontarse al mito sumerio de Ziusudra, en un poema épico llamado Atrahasis de la Mitología Caldea, y el contacto de los hebreos con la cultura mesopotámica después de la caída de Jerusalén.
Suceso del Antiguo Testamento, el Arca de Noé fue una embarcación construida para la salvación del profeta Noé, su familia y varias parejas de animales para preservarlos del diluvio universal y luego repoblar la Tierra con su descendencia.
El arca fue ordenada por Dios a ser construida, mencionado en las religiones abrahámicas (judía y cristiana), cuyo nombre es Yahvé, e islámica (bajo el nombre de Allah).
Aunque tradicionalmente fue aceptado como un hecho histórico, el impacto entre las teorías científicas y bíblicas ha llevado a la mayoría de personas a abandonar el significado literal de la historia.1 2 Sin embargo, varios literatos bíblicos siguen explorando las montañas de Ararat, donde la Biblia dice que el arca descansa.3

Índice

El relato bíblico

Aguas subsidentes por Thomas Cole.
La historia del Arca de Noé, según los capítulos 6 al 9 del libro del Génesis, comienza como sigue:
Yahvé observó que los hombres se estaban multiplicando sobre la faz de la Tierra y la maldad crecía en ellos y el propósito de su creación no se cumplía, por lo que decidió destruir esas generaciones.
Sin embargo, uno de sus habitantes era un sumo sacerdote llamado Noé. «Un hombre justo y cabal entre la gente de su tiempo», y decidió que a él le correspondería mantener el linaje de los hombres de aquella tierra. Yahvé dijo a Noé que construyera un arca (o barca), y que llevara con él a su esposa, a sus hijos Sem, Cam y Jafet, y a las esposas de éstos.
Adicionalmente, tenía que llevar de ciertos tipos de animales, hembra y macho, y en distinta cantidad: de los puros debía tomar siete parejas y de los impuros una sola pareja; y para suministrarles alimentos, le dijo que tomara y almacenara la comida necesaria.4
Obviamente, Noé no tenía los conocimientos ni las herramientas para construir tamaño proyecto de barco; Yahvé le proporcionó los conocimientos y las herramientas. El período que Noé tuvo para la construcción del arca, fue de 120 años y en un lugar desértico y apartado, lejos de todo cuerpo de agua, según la cronología bíblica. Mientras construía el Arca, Noé y su familia fueron objeto de burlas diarias por parte de sus vecinos, quienes venían a hostigar y mofarse de cómo Noé construía un barco en pleno desierto, del cual el cuerpo de agua más cercano estaba a unos 15 km. de distancia y, adicionalmente, la lluvia en ese tiempo no existía o no era común.5
Cuando Noé completó el arca, entraron con él su familia y los animales que le habían mandado. «Aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas del cielo fueron abiertas, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches». El diluvio cubrió hasta las montañas más altas. y todas las criaturas de la Tierra murieron; sólo Noé y los que estaban con él en el arca sobrevivieron.6
Finalmente, después de muchos días, el arca se asentó en el monte Ararat, y las aguas retrocedieron por algunos días hasta que emergieron las cimas de las montañas. Entonces Noé envió a un cuervo que «salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra».
Luego Noé envió una paloma, que regresó porque no tuvo donde posarse. Noé envió de nuevo a la paloma y regresó con una hoja de olivo en su pico, y entonces supo que las aguas se habían retirado. Noé esperó siete días más y envió a la paloma una vez más, y esta vez el ave no regresó. Pero tuvo que esperar unos días más, entonces él, su familia y los animales salieron del Arca, y Noé ofreció un sacrificio a Yahvé, y Dios decidió que no volvería a exterminar a todos los seres vivos con aguas de diluvio, ni habría más diluvio para destruir la tierra.7
Para recordar esta promesa, Yahvé puso un arcoíris en las nubes, y dijo: “Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne".8 Vivió Noé después del diluvio 350 años más y, finalmente, a la edad de 950 años, murió. 9 10

Descripción

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La Biblia dice que era un arca de madera resinosa con compartimentos, calafateada por dentro y por fuera con brea. Los planos dados a Noé para la construcción del arca tenían, acorde al relato, las siguientes dimensiones: 135 m de largo, por 22,5 m de ancho y 13,5 m de alto, que podrían resultar suficientes para la fauna local conocida en la época pero que evidentemente no bastarían para albergar a toda la auténtica biodiversidad del planeta, por tanto se deduce que la salvación sólo era local, suponiendo que las medidas originales (codos) tuviesen la longitud que se acepta hoy día; si fuesen mayores, la longitud del arca aumentaría drásticamente. Fue detallado especialmente el que se hiciera un tragaluz a medio metro del remate, una puerta al costado y tres cubiertas superpuestas.
Las medidas del arca figuran en el capítulo 6, versículo 15, del libro del Génesis: trescientos codos de longitud, cincuenta codos de ancho y treinta codos de altura. Respetando las medidas mencionadas más arriba da el equivalente a un buque de carga de 14.450 toneladas de arqueo bruto, unos 41 mil metros cúbicos de espacio interior. Las tres cubiertas suministrarían una superficie total de 9.100 m². Casi todo el espacio disponible sería para la carga útil, pues era simplemente una caja destinada a flotar al garete y no debían llevar más que el alimento y el agua necesarios.
La Biblia no informa del diseño del Arca, y si se da fe a las medidas, tan solo equivaldría a una caja rectangular de fondo plano sin proa ni popa. Un diseño tal permitiría al Arca no volcarse sobre sí misma y vararse en cualquier lugar geográfico. Obviamente sus cualidades marineras pueden ser objeto de discusión, pero sólo estaba diseñada para flotar y no para navegar. Es posible que el Arca, con todo el peso de fauna y personas más su propio peso, se hundiese entre 5 y 7 m. de profundidad.

La historia del Arca según hipótesis documentales

De acuerdo a una escuela de críticas de textos modernos — las hipótesis documentales,— la historia del Arca contada en el Génesis está basada en dos fuentes originalmente casi-independientes, y no alcanzó su forma presente hasta el siglo V antes de nuestra era. Estas hipótesis sostienen que el proceso de composición en el transcurso de muchos siglos ayuda a explicar la aparente confusión y repetición en el texto. Sin embargo, muchos fundamentalistas como judíos ortodoxos y cristianos tradicionalistas rechazan este análisis, y afirman que la historia del Arca es cierta, que tiene un solo autor (Moisés), y que las faltas percibidas pueden explicarse racionalmente.11
La historia del Arca contada en el Génesis tiene paralelos en el mito sumerio de Utnapishtim, que cuenta cómo un antiguo rey fue advertido por su dios personal de que construyera una embarcación en la que escaparía de un diluvio enviado por el consejo superior de los dioses.
Se han hallado paralelismos menos exactos en otras culturas alrededor del mundo. La historia del Arca ha sido objeto de amplias elaboraciones en las variadas religiones abrahámicas, que mezclan soluciones teóricas a problemas prácticos (por ejemplo, cómo Noé se habría deshecho de los excrementos de los animales) con interpretaciones alegóricas (por ejemplo, el Arca sería un precursor de la iglesia cristiana, que ofrece salvación a la humanidad).
A comienzos del siglo XVIII, el crecimiento de la biogeografía como una ciencia significó que pocos historiadores naturales sintieran que podían justificar una interpretación literal de la historia del Arca. No obstante, algunos fundamentalistas bíblicos continúan explorando el monte Ararat (en el noreste de Turquía), a pesar de que la Biblia dice literalmente que el arca de Noé se asentó en la amplia región montañosa de Ararat, lo que incluye toda Armenia y parte de Turquía.
En abril de 2010 un grupo de investigadores turcos y chinos dicen encontrar restos del Arca,12 aunque diversas fuentes han declarado su escepticismo al respecto.13 14

Supuestos hallazgos arqueológicos

En 1916, Vladimir Rosskowizky, un explorador ruso, aseguró haber hallado a una altitud de 4 000 msnm en el monte Ararat una embarcación semienterrada bajo el hielo. El Zar Nicolás II de Rusia envió una expedición que ratificó que el hallazgo correspondía al Arca y se extrajeron pruebas que se estimaron como definitivas. La Revolución Soviética y el fin del régimen zarista hicieron que dichas evidencias se perdieran para siempre.
Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos escaladores o exploradores han señalado haber visto o hallado fragmentos del arca en las inmediaciones de la cima del monte Ararat, amén de varios documentales bastante serios acerca del tema que incluyen rastreos satelitales. Las exploraciones han sido limitadas ya que la situación geopolítica de la zona (en especial durante la Guerra Fría) ha impedido la autorización de ascensos por los países que han convergido limítrofemente con la zona del Ararat: Armenia, Irán, Turquía (actual) y la ex-U.R.S.S.).
En 1949, una expedición turco-estadounidense, fotografió lo que se conocería a futuro como la Anomalía del Ararat.
En 1955 surgieron nuevamente noticias acerca de su supuesto descubrimiento cuando un alpinista francés llamado Fernand Navarra aseguró haber observado una estructura de madera a más de 4 000 msnm y que identificó como el Arca de Noé. Adicionalmente, aportó un travesaño de madera negra.
En 1965, un aviador turco fotografió lo que él creía se trataba de la huella de una embarcación entre unos campos de hielo en Ararat. Posteriormente se conocería como la anomalía del Ararat. Esta anomalía es una formación geológica inusual que semeja haber sido depositaria del arca, ya que presenta la forma de un navío como actualmente se conocen y cuyas medidas son bastante parecidas a las descritas en la Biblia. Esta anomalía geológica hallada a 4 600 m de altura en el sector iraní fue identificada, a su vez, en 1974 por satélites.15 16
El más reciente, ocurrido en 2010, fue de parte de unos investigadores chinos y turcos que aseguraron, en un 99%, de haber hallado una importante porción del navío. Dichos hallazgos incluían una sección compartimentada de madera datada mediante el método de carbono 14 en 4.800 años y que podría haber albergado animales, ya que parecía un pesebre.17 No obstante, al mismo tiempo que se anunciaba el descubrimiento, un grupo cientista cristiano aseguraba que era un montaje fraudulento en cooperación con el campesinado de la zona.

Notas y referencias

  1. Plimer, 1994
  2. Young, 1995 Chapter: History of the Collapse of "Flood Geology" and a Young Earth
  3. http://www.icr.org/article/4987/
  4. Génesis 6 (Reina-Valera 1960)
  5. Génesis
  6. Génesis 7 (Reina-Valera 1960)
  7. Génesis 9 (Reina-Valera 1995)
  8. Génesis 9 (Reina-Valera 1960)
  9. Génesis
  10. Según Génesis 9:29, Noé vivió, por todos sus años, 950 años, y murió.
  11. La crítica de textos tiene como una de sus premisas que variedad de estilos significa multiplicidad de autores. Los diferentes estilos presentes en el Génesis, las repeticiones y la falta de orden cronológico o continuidad de la narración apuntan, según ellos, a la inexistencia de Moisés. Sostienen que la Torah tomó forma hacia el siglo V a.C. en manos de un concilio de sabios judíos y que Moisés no existió. Efectivamente, hay once secciones en el Génesis, con diferentes estilos de escritura y hasta puntos de vista distintos, aunque no incompatibles. Pero esto no lleva por necesidad a la inexistencia de Moisés y al carácter mítico de los libros del Pentateuco. La misma historia del Éxodo narra que Moisés fue rescatado por la hija del Faraón. Suponiendo este hecho cierto, le correspondía un puesto de heredero al trono. Hechos 7:22 afirma que Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios. Por tanto, no es incoherente considerar que una persona que no fue testigo presencial del Diluvio buscara documentos antiguos conservados en las bibliotecas egipcias o entre los miembros de su propio pueblo. Esto puede dar cuenta de las diferencias observadas. Se ven claramente los principios y colofones de los once documentos.
  12. ¿Es esta el Arcá de Noé?
  13. [1]
  14. "Científicos turcos cuestionan el supuesto hallazgo del Arca de Noé en el Ararat" El Mundo. Consultado el 14 de agosto de 2010
  15. Anomalía del Ararat
  16. La Leyenda del Monte Ararat
  17. Fotografías de la supuesta Arca de Noé hallada por una expedición chino-turca

Véase también

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