Jacques Callot fue un aguafuertista, grabador y pintor francés; nació en Nancy, Francia, en 1592; murió en esa misma ciudad el 28 de marzo de 1635. Su padre fue Jean Callot, un noble, el heraldo de armas de Lorena, quien deseaba que su hijo se convirtiese en soldado o sacerdote.
Pero las inclinaciones del niño para el arte eran tan intensas, y era
tan precoz, que los deseos de sus padres fueron inútiles. Incluso como
colegial, su trabajo mostró una comprensión del carácter humano, y le atraía lo extraño y divertido, sobre todo en las personas
de las clases más bajas. Antes de cumplir los doce años había estudiado
diseño, en el que pronto se convertiría en maestro, y había recibido
ayuda de Henriet Israel, hijo del pintor de la corte de Lorena, y de
Dumange Crocq, el grabador real.
En 1604 huyó a Italia en compañía de una banda de gitanos, con la esperanza de alcanzar la meta de su ambición: Roma. Se detuvo en Florencia y fue estudiante de grabado del famoso Gallina Remigio, y copió la obra de los maestros, templando así su amor por lo grotesco. El joen fugitivo fue enviado a casa pronto, para alegría de sus padres; pero su padre finalmente consintió en que acompañase al enviado del duque Enrique II a la Corte Papal. En Roma practicó el grabado y el aguafuerte e inventó un barniz duro para imprimir placas de cobre. Cuando salió de Italia (1621 o 1622) su fama era ya grande, y pronto se convirtió en universal. Grabó para la Infanta Eugenia en Bruselas y para Luis XIII en París. Se dice que cuando en 1633 el monarca francés mandó a Callot a grabar una placa conmemorativa de la caída de Nancy, el artista gritó que "mejor se cortaría su mano derecha antes de usarla en tal obra".
Si poco se sabe de su vida y rasgos íntimos, sus 1,600 placas brindan información completa sobre el lado artístico de su carrera. Callot fue a menudo feo en su realismo, pero fue un maestro en el arte del diseño, claro en el dibujo, fértil en la invención, preciso en la línea y variado en su estilo. La libertad y la ingenuidad en sus pequeñas figuras, la forma natural en que las trató y la certeza con la que organizó grupos complicados lo convirtieron en el pionero de los métodos seguidos por Rembrandt y sus precursores. La nota macabra en el arte medieval es dominante en su obra, y se le da una picardía y novedad a los más mínimos detalles. Una peculiaridad en casi todas sus figuras es la pequeñez de las cabezas en proporción a los cuerpos. Sus paisajes son inferiores a sus piezas de figuras y placas arquitectónicas, aunque estas últimas son de gran interés histórico y topográfico ("La Tour de Nesle" con "el antiguo Louvre").
Entre las grandes colecciones no existe ninguna pintura auténtica terminada por Callot, y es muy dudoso que alguna vez finalizase una obra al óleo. Este maestro de lo grotesco y lo humorístico fue el padre del aguafuerte en Francia, y su fama proviene de sus aguafuertes, que son mejores que sus grabados. Con frecuencia echó a perder su espléndida obra de punto con el buril, y su reputación como un aguafuertista depende, por tanto, más de lo que hizo que en cómo lo hizo. Entre sus obras son notorias sus dieciocho placas tituladas "Las miserias de la guerra"; veinticinco placas de mendigos, "La Sagrada Familia", "Cosmo III, gran duque de Toscana", "Carlos III de Lorena". Sus últimos años los pasó laboriosamente en Nancy, donde murió. Fue [{entierro cristiano|enterrado]] en la iglesia de los franciscanos (Cordeliers). Fue conocido por su lealtad y valentía como súbdito de Lorena, y por su generosidad, honradez y bondad de corazón como ciudadano.
Bibliografía: Meaume, Recherches sur la vie et les ouvrages de Jacques Callot (París, 1860); Dictionnaire général des artistes de l'école française, s.v. (París, 1882).
Fuente: Hunt, Leigh. "Jacques Callot." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. 16 Oct. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/03188a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.
En 1604 huyó a Italia en compañía de una banda de gitanos, con la esperanza de alcanzar la meta de su ambición: Roma. Se detuvo en Florencia y fue estudiante de grabado del famoso Gallina Remigio, y copió la obra de los maestros, templando así su amor por lo grotesco. El joen fugitivo fue enviado a casa pronto, para alegría de sus padres; pero su padre finalmente consintió en que acompañase al enviado del duque Enrique II a la Corte Papal. En Roma practicó el grabado y el aguafuerte e inventó un barniz duro para imprimir placas de cobre. Cuando salió de Italia (1621 o 1622) su fama era ya grande, y pronto se convirtió en universal. Grabó para la Infanta Eugenia en Bruselas y para Luis XIII en París. Se dice que cuando en 1633 el monarca francés mandó a Callot a grabar una placa conmemorativa de la caída de Nancy, el artista gritó que "mejor se cortaría su mano derecha antes de usarla en tal obra".
Si poco se sabe de su vida y rasgos íntimos, sus 1,600 placas brindan información completa sobre el lado artístico de su carrera. Callot fue a menudo feo en su realismo, pero fue un maestro en el arte del diseño, claro en el dibujo, fértil en la invención, preciso en la línea y variado en su estilo. La libertad y la ingenuidad en sus pequeñas figuras, la forma natural en que las trató y la certeza con la que organizó grupos complicados lo convirtieron en el pionero de los métodos seguidos por Rembrandt y sus precursores. La nota macabra en el arte medieval es dominante en su obra, y se le da una picardía y novedad a los más mínimos detalles. Una peculiaridad en casi todas sus figuras es la pequeñez de las cabezas en proporción a los cuerpos. Sus paisajes son inferiores a sus piezas de figuras y placas arquitectónicas, aunque estas últimas son de gran interés histórico y topográfico ("La Tour de Nesle" con "el antiguo Louvre").
Entre las grandes colecciones no existe ninguna pintura auténtica terminada por Callot, y es muy dudoso que alguna vez finalizase una obra al óleo. Este maestro de lo grotesco y lo humorístico fue el padre del aguafuerte en Francia, y su fama proviene de sus aguafuertes, que son mejores que sus grabados. Con frecuencia echó a perder su espléndida obra de punto con el buril, y su reputación como un aguafuertista depende, por tanto, más de lo que hizo que en cómo lo hizo. Entre sus obras son notorias sus dieciocho placas tituladas "Las miserias de la guerra"; veinticinco placas de mendigos, "La Sagrada Familia", "Cosmo III, gran duque de Toscana", "Carlos III de Lorena". Sus últimos años los pasó laboriosamente en Nancy, donde murió. Fue [{entierro cristiano|enterrado]] en la iglesia de los franciscanos (Cordeliers). Fue conocido por su lealtad y valentía como súbdito de Lorena, y por su generosidad, honradez y bondad de corazón como ciudadano.
Bibliografía: Meaume, Recherches sur la vie et les ouvrages de Jacques Callot (París, 1860); Dictionnaire général des artistes de l'école française, s.v. (París, 1882).
Fuente: Hunt, Leigh. "Jacques Callot." The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. 16 Oct. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/03188a.htm>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.
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