lunes, 28 de mayo de 2012

DÉBORA.

Interpretación de Gustave Doré de la profetisa Débora.
Débora (en hebreo דְּבוֹרָה, ‘abeja’) era una profetisa y el cuarto Juez (además del único femenino) del Israel premonárquico del Antiguo Testamento (Tanaj). Su historia se cuenta dos veces en los capítulos IV y V del Libro de los Jueces. El primer relato es en prosa, narrando la victoria de las fuerzas israelitas dirigidas por el general Barak, a quien Débora mandó llamar pero profetizó que no lograría la victoria final sobre el general cananeo Sísara. Tal honor correspondió a Jael, la esposa de Héber, un quenita fabricante de tiendas. Jael mató a Sísara clavándole una estaca de la tienda en la cabeza cuando dormía.
Jueces 5 cuenta esta misma historia en verso, y se cree que fue escrita en la segunda mitad del siglo XII a. C., poco después de los sucesos que describe. De ser así, entonces este pasaje, llamado a menudo La canción de Débora, es uno de los pasajes más antiguos de la Biblia y el ejemplo más antiguo conservado de poesía hebrea. También es importante porque es uno de los pasajes más antiguos, si no el que más, que muestra a mujeres en papeles diferentes a los de víctima o villano. El poema puede haber sido incluido en el Libro de las batallas de Dios mencionado en Números 21:14.
Se sabe poco de la vida personal de Débora. Aparentemente estuvo casada con un hombre llamado Lapidoth (‘antorchas’), pero este nombre no aparece fuera del Libro de los Jueces y podría significar simplemente que la propia Débora tenía un alma «ardiente». Fue una poetisa y daba sus sentencias bajo una palmera de Efraín. Algunos aluden a ella como la madre de Israel. Tras su victoria sobre Sísara y el ejército cananita hubo paz en la región durante cuarenta años.

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