jueves, 24 de mayo de 2012

CÓLERA DE DIOS.

Expresión del lenguaje figurado al que recurren los autores sagrados para hablar del Dios trascendente de la Biblia a sus contemporáneos sensibles al antropomorfismo. Traduce la inminencia de una manifestación de la justicia divina desafiada por el comportamiento de los hombres (ej.: Éx 22,23 ó 24 según vers.: Jos 22,18 y 20; 2R 22,13, etc.: cf. Col 3,5, etc). La "cólera de Dios", de distinta naturaleza que la del hombre, no  perturba en absoluto la serenidad eterna de su justicia misericordiosa (ej.: Nm 14,18; Os 11,9; cf. Rm 9,22-23, etc). Un justo castigo de los culpables puede aplacarla (ej.: Nm 25,4 y 11; Ez 16,42, etc). Se observa también que la llamada a la misericordia de Yahvé (ej.: éx 22,11-14 ó 12-15 según vers.: Dt 9,19-20 etc.) y los signos de sincero arrepentimiento (ej.: 2S 12,13; 1R 21,29; 2Cró 29,10, etc) pueden obtener un efecto parecido; lo que por otra parte no excluye necesariamente todo castigo por las faltas cometidas.

La revelación plena de la justicia de Dios la anuncian los profetas para el "Día de Yahvé" o "Día de la cólera (ej.: Is 13,9; So 1,15-18; Am 5,18-20)". En la perspectiva escatológica, este "Día" que señala el fin de los tiempos es también el del retorno de Cristo en su gloria; Pablo recuerda que "nos salva de la cólera futura (1 Ts 1,10; cf. 2Ts 1,6-10; Rm 5,9, etc.

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