Sarcófago romano del siglo III que representa parte del mito de
Prometeo. Es el héroe griego que representa la capacidad técnica del hombre (
techné en griego o
ars en latín), así como sus peligros (es castigado por robar el fuego de Zeus). Junto a él aparecen las
moiras (personificaciones del destino humano) y algunos dioses, como
Atenea, la diosa de la sabiduría o de la ciencia (
episteme en griego o
scientia en latín), y
Hermes, el dios de los comerciantes, los viajeros y los ladrones.
3
Historia de la ciencia,
de la ciencia y de la técnica o
de la ciencia y la tecnología son denominaciones de la disciplina que estudia el desarrollo
histórico de la
ciencia y la
técnica o
tecnología, así como la interrelación que han tenido entre sí y con el resto de los aspectos de la
cultura (la
economía, la
sociedad, la
política, la
religión, la
ideología, etc.).
El análisis histórico de la ciencia y la tecnología recurre a los contenidos y a la
metodología de las distintas subdivisiones de la historia, tanto temáticas (
historia de las ideas,
historia cultural,
historia social,
historia económica) como temporales y espaciales.
Teorías y sociología
4 5
Los primeros problemas de la disciplina son la definición de qué sea la ciencia (un problema no historiográfico, sino
epistemológico, de
filosofía o
teoría de la ciencia), su identificación o no con la
ciencia moderna surgida de la
revolución científica del siglo XVII (un cuerpo de
conocimiento empírico y
teórico, producido por una comunidad global de
investigadores (la
comunidad científica) que hacen uso de técnicas específicas y
reproducibles para
observar y
explicar los
fenómenos de la
naturaleza) y cuáles serían sus objetivos (el puro conocimiento, el
autoconocimiento, o la aplicación a finalidades prácticas que mejoren la vida humana -
ciencia pura o
ciencia aplicada-). Buena parte del estudio de la historia de la ciencia se ha dedicado a la
historia del método científico, con la ayuda, en particular, de la
sociología de la ciencia que, estudiando las condiciones sociales en que tiene lugar el trabajo concreto de los
científicos, reconstruye la forma en que se "produce" y "construye" el
conocimiento científico.
A más cómo, menos por qué ... es el aforismo ... que, a mi entender, resume mejor el pensamiento científico. Preguntar por las causas
es siempre una pregunta de emergencia, porque causas puede haber
muchísimas. En cambio, preguntarse por el cómo es investigar el proceso.
A partir de que, desde el primer tercio del siglo XX, la propia ciencia dejara de ser
determinista (
demonio de Laplace)
7 y se hiciera
probabilística y consciente de sus propios límites (
principio de incertidumbre o
relación de indeterminación de Heisenberg,
teoremas de incompletitud de Gödel y otras expresiones de
impredecibilidad,
8 impredicatividad9 e
indecidibilidad en ciencia) y de la influencia decisiva del
observador en la
observación; cambió también la perspectiva sobre la teoría y la historia de la ciencia.
A mediados del siglo XX, tres
filósofos de la ciencia
presentaron tres opciones distintas en la consideración de la
naturaleza progresiva o no del conocimiento científico y su forma
histórica de producirse:
Karl Popper (el conocimiento científico es progresivo y acumulativo, pero "
falsable", con lo que únicamente se puede considerar ciencia lo que puede ser cuestionado),
Thomas Kuhn
(el conocimiento científico no es necesariamente progresivo, sino una
respuesta a las demandas sociales, y en la mayor parte de los casos, la
"ciencia normal" es únicamente el constante esfuerzo por confirmar el
vigente
paradigma, que únicamente cambiará por una
revolución científica, de las que ha habido muy pocas históricamente), y
Paul Feyerabend (el conocimiento científico no es acumulativo o progresivo, sino inconsistente y anárquico -
anarquismo epistemológico-, no habiendo
criterio de demarcación, en términos de método, entre lo que suele llamarse "ciencia" y cualquier otra forma de investigación).
En el último tercio del siglo se establecieron como disciplina específica los
estudios de ciencia, tecnología y sociedad (CTS), que insisten en la importancia del factor humano
10 dentro del conocimiento científico, y de la
subjetividad sobre la anteriormente pretendida
objetividad de los
datos científicos, incluso de los llamados "
hechos" o
datos más evidentes, resultado de la observación, que fuera de su
contexto (las
teorías que los explican -o no- y las
hipótesis que confirman -o no-) carecen de valor. Especialmente desde la publicación y divulgación de los libros de Popper (
La lógica de la investigación científica, 1934 y 1959), Kuhn (
La estructura de las revoluciones científicas, 1962) y Feyerabend (
Contra el método, 1975), se han generado constantes debates en las
comunidades científicas y
académicas, tanto en el ámbito de las llamadas "
ciencias duras" como el de las llamadas "
ciencias blandas", el de las
ciencias físico-naturales y el de las
humanidades y
ciencias sociales (o
humanas, o
ciencias morales y políticas), sobre la naturaleza, significado,
objetividad,
subjetividad,
11 capacidad analítica,
sintética y
predictiva de la ciencia; el cuestionamiento del
objeto12 y la
metodología propios de cada ciencia, las ventajas e inconvenientes de la
especialización y el
reduccionismo, las posibilidades de
interdisciplinariedad y de perspectivas
holísticas;
13 y la relación del conocimiento científico con los conceptos de
verdad y de
realidad.
La palabra "científico" (scientist) no existía hasta que la acuñó el erudito inglés William Whewell, en 1840. Sólo porque esta palabra sea hoy de uso común, no significa que se haya usado durante mucho tiempo.
Prehistoria y Edad Antigua
Medición de la Tierra por
Eratóstenes (240 a. C.) Los científicos alejandrinos cartografiaron los cielos y la Tierra con
esferas celestes y terrestres. Se dice que el primer
globo terráqueo fue construido por
Crates de Malos. En cuanto al primer
mapa (quizá el de
Anaximandro de Mileto, ca. 550 a. C.), es fama que durante la
revuelta de Jonia (499 a. C.),
Hecateo de Mileto
mostró uno para demostrar la inmensidad de Persia en relación con las
ciudades griegas. También se dice que cuando los jonios pidieron ayuda a
las ciudades de Grecia continental les mostraron su situación en
relación con cada una de las partes en conflicto en un mapa.
Hiparco de Nicea, en sus
Explicaciones de los fenómenos de Arato y Eudoxo
(129 a. C.) incluyó un catálogo de más de mil estrellas y otros datos
astronómicos. No se ha conservado, pero se especula que se utilizó para
la confección del
Atlas Farnese.
Biblioteca de Celso en Éfeso (ca. 135) Para su decoración externa se representó un conjunto
iconográfico
de cuatro figuras femeninas: Sofía (la sabiduría), Areté (la virtud
-Virtus en latín-), Ennoia (la inteligencia) y Episteme (la ciencia o
conocimiento -Scientia en latín-). Mucho más importantes fueron la
Biblioteca y el
Museo de Alejandría; y en Roma el
Templo de la Paz de Vespasiano (75 d. C.)
14
Representación moderna de
Prisciano (gramático latino de la
Antigüedad tardía) impartiendo clases de
esa ciencia.
Fue muy alto el prestigio que adquirieron los gramáticos griegos en
Roma desde finales del periodo republicano. En la India del siglo IV a.
C. realizó su obra el gramático
sánscrito Panini.
Reconstrucción del
sismógrafo de
Zhang Heng, del que hay descripciones literarias (año 132). A pesar del extraordinario número de innovaciones técnicas consideradas
"inventos chinos", la
cultura china respondía a las peculiares circunstancias de lo que, en términos marxistas, se ha denominado "
modo de producción asiático" o "
despotismo hidráulico", en el que las
fuerzas productivas
ligadas a la ciencia y la tecnología no cumplen la misma función
transformadora de las relaciones socioeconómicas que en otros modos de
producción.
"[Los eruditos clásicos chinos] consideraban el mundo como un flujo
de fenómenos concretos merecedores de una observación cuidadosa y de una
relación cronológica: sin embargo, no se valían mucho de categorías
analíticas. La construcción de un sistema lógico no era su fuerte. ...
debemos
deducir su sistema desde una confusa clasificación de expresiones
registradas, glosas de los clásicos, cartas a amistades y otros
documentos dispersos ... eran por educación más compiladores que
creadores. Habiendo memorizado largas secuencias de los clásicos y otras
historias, construían sus propias obras mediante un extenso trabajo de
montaje de frases y pasajes extraídos de aquellas fuentes. A esta
citación no acreditada hoy se le denominaría plagio; sin embargo, los
escritores chinos antiguos se consideraban a sí mismos preservadores del
registro más que sus creadores ... Casi no se utilizaban hipótesis o
condiciones teóricas contrarias al hecho; lo mismo ocurría con el
razonamiento lógico inductivo o deductivo. [Las escasas formas de
generalizar o de expresar conceptos abstractos] dificultaba[n] la
introducción de nuevas ideas extranjeras en el lenguaje escrito. En
última instancia ello puede haber hecho más difícil el desarrollo de los
aspectos teóricos de la ciencia. El problema más conocido con un
término ... fue la frase
gewu (
kewu), utilizada por
Zhu Xi y traducida como
la investigación de las cosas.
Algunos estudiosos modernos pensaron que se refería a un estudio
científico de la naturaleza, pero ... el significado real era:
la
adquisición del conocimiento moral a través del estudio cuidadoso de los
clásicos y de la inspección minuciosa de los principios tras la
historia y la vida diaria."
15
El
papel de la mujer
en la ciencia del periodo clásico, como en todos los aspectos de la
cultura, era subordinado. No obstante, se han conservado algunos nombres
femeninos, destacadamente el de
Aspasia, la compañera de
Pericles, muy activa en el extraoridinario grupo de intelectuales de que se reunió en la Atenas de su época (
siglo de Pericles), y el de
Hipatia, filósofa, matemática y astrónoma de Alejandría, asesinada por los cristianos en el año 415.
Representación moderna del famoso "baño de
Arquímedes" del que salió gritando
¡Eureka!
("lo encontré") al concebir la solución de un problema (la comprobación
de la pureza del metal de una corona de complejo diseño sin
destruirla), que le llevó a la formulación del llamado
principio de Arquímedes.
Pont du Gard,
puente que sirve a la vez de
viaducto y
acueducto.
Las técnicas romanas de construcción de obras públicas eran
notabilísimas y eficaces. En concreto, la necesidad de salvar grandes
distancias para el suministro de agua a las ciudades se resolvió con una
ingeniería hidráulica muy sofisticada.
Que la ciencia esté sujeta a evolución o sea susceptible de progreso
es una idea ajena a las épocas históricas anteriores a la Edad Moderna (
polémica de los antiguos y los modernos,
1688-1704); y nuestra percepción del "atraso" científico relativo a una
época, un lugar o una rama del saber con respecto a otra proviene
específicamente del
positivismo de
Auguste Comte,
para quien hay "tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o
estadio ficticio; el metafísico o estadio abstracto; y por último, el
científico o positivo" (
Curso de filosofía positiva, 1830-1842). No habría ciencia, desde esa definición, antes de la
revolución científica del siglo XVII. No hay términos universalmente aceptados para calificar a
la forma de conocimiento del hombre prehistórico (que representaba artísticamente su
visión del mundo -
arte paleolítico- e incluso ha dejado algunas muestras de cómputos numéricos -
hueso de Ishango-); las producciones intelectuales, muy sofisticadas, de las
primeras civilizaciones (para las que se han propuesto las expresiones "
pensamiento pre-filosófico" o "
mitopoeico");
16 la
ciencia griega (
cultura griega), que fue esencialmente un ejercicio teórico que no se sometía al
método experimental, y que no se implicaba en la esfera de la producción (el
modo de producción esclavista no demandaba innovaciones tecnológicas); o la
ciencia romana (
cultura romana), continuadora intelectual de
la helenística (
cultura helenística) en una civilización de inclinación marcadamente pragmática, donde sobresalió
una notable ingeniería.
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Disco de Nebra, Europa Central, II milenio a. C. Es la primera obra conocida en la que se representa una
cosmovisión concreta y compleja.
22
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Zigurat de
Ur. La posibilidad de que entre las funciones de los
templos sumerios y babilónicos estuviera la
observación astronómica es compatible con el desarrollo precoz de esa ciencia en esa civilización.
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Representación de instrumental médico del antiguo Egipto.
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Chaduf representado en la tumba de Ipuy en Der-el-Medina.
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Experimentos matemático-musicales de
Pitágoras.
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Edición moderna de la
Lógica de Aristóteles.
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Método de aproximación a
π ("pi") utilizado por
Arquímedes.
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Medición de alturas por
Liu Hui (ca. 220–280).
Edad Media
El trabajo intelectual en un
scriptorium de la Alta Edad Media tal como se representa en una ilustración del
Codex Amiatinus, el manuscrito más antiguo conservado de la Vulgata (comienzos del siglo VIII).
Producción de manuscritos en Europa occidental durante la Edad Media.
Uso del
fuego griego en un combate naval en una ilustración del manuscrito llamado
Skylitzes de Madrid (siglo XII).
Diagrama óptico en un texto latino del siglo XIII (puede ser
De multiplicatione specierum de
Bacon o
De natura locorum de
Grosseteste).
La jirafa llevada a China por las expediciones de
Zheng He (1405-1433).
Mientras que en el Extremo Oriente se siguió desarrollando la civilización china
con su propio ritmo cíclico, en Occidente la
civilización clásica greco-romana fue sustituida por la
cultura cristiana (
latina y
bizantina) y la
civilización islámica, ambas fuertemente
teocéntricas. Los cinco siglos de la denominada "época oscura" de la
Alta Edad Media
significaron un atraso cultural en la cristiandad latina, tanto en
relación con la Antigüedad clásica como en relación con la simultánea
Edad de Oro del islam, que no actuó únicamente como un contacto de innovaciones orientales (chinas, hindúes y persas, como el
papel, el
molino de viento o la
numeración hindú-arábiga) hacia Occidente, sino añadiendo aportes propios y originales. No obstante, el desarrollo productivo del
modo de producción feudal
demostró ser más dinámico que el esclavista en cuanto a permitir
desarrollos tecnológicos modestos, pero de notables repercusiones (la
collera, el
estribo, la
vertedera). Aparentemente, el mundo intelectual, enclaustrado en los
scriptoria de los monasterios y dedicado a la conservación y glosa de los
textos sagrados, la
patrística y la parte del saber antiguo que pudiera conciliarse con el cristianismo (
Boecio,
Casiodoro,
Isidoro,
Beda,
Beato,
Alcuino), estaba completamente desconectado de ese proceso, pero en su torno se fue gestando alguna variación en la
concepción ideológica del trabajo que, con contradicciones y altibajos, inspiró la justificación de los intereses de la naciente
burguesía y el desarrollo del
capitalismo comercial a partir de la
Baja Edad Media. Mientras tanto, las instituciones educativas se fueron sofisticando progresivamente (
escuelas palatinas,
escuelas monásticas,
escuelas episcopales,
studia generalia,
universidades medievales) y en ellas, a pesar del efecto anquilosador que se supone al método
escolástico, surgieron notables individualidades (
Gilberto de Aurillac,
Pedro Abelardo,
Graciano,
Raimundo de Peñafort,
Tomás de Aquino,
Roberto Grosseteste,
Roger Bacon -
Doctor Mirabilis-,
Duns Scoto -
Doctor Subtilis-,
Raimundo Lulio,
Marsilio de Padua,
Guillermo de Ockham,
Bártolo de Sassoferrato,
Jean Buridan,
Nicolás de Oresme) y algunos conceptos innovadores en terrenos como el de la química, en forma de
alquimia (
destilación del
alcohol), el de la lógica (
Petrus Hispanus), el de las matemáticas (
calculatores de Merton College) o el de la física (teoría del
impetus).
23
Ya al final de la Edad Media, fue decisiva la adopción de innovaciones de origen oriental (
brújula,
pólvora,
imprenta) que, si en la "
sinocéntrica" civilización china no pudieron tener un papel transformador, sí lo tuvieron en la expansiva civilización europea.
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29
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Médicos debatiendo en una ilustración del manuscrito llamado
Dioscórides de Viena (siglo VI). La medicina bizantina contó con otros textos, como el
Epítome de
Pablo de Egina (siglo VII).
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Esquema de una lámpara con
engranajes en el tratado de dispositivos mecánicos de Ahmad ibn Mūsā ibn Shākir, uno de los hermanos
Banū Mūsā (siglo IX).
30
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Extracción dental en la ilustración de una letra capitular de
Omne Bonum (ca. 1360–1375).
31
Edad Moderna
Producción de libros en Europa occidental en las edades Media y Moderna
(en naranja manuscritos y en azul impresos). Para permitir la
comparación obsérvese que la escala no es lineal, sino exponencial en
potencias de diez.
Kepler demostró su honestidad intelectual al renunciar al
sistema ptolemaico
tras comprobar que las observaciones daban datos incompatibles con él, a
pesar de todas las sofisticadas formulaciones teóricas que intentó,
incluyendo modelos con
sólidos platónicos
inscritos unos en otros, que pretendían encontrar la perfección formal
de un universo creado por Dios. La solución que encontró, órbitas
elípticas con el sol en uno de los focos, no era tan mística, pero
funcionaba (
leyes de Kepler, 1609-1618). El
sistema copernicano (expuesto en
De Revolutionibus Orbium Coelestium la obra póstuma de
Nicolás Copérnico, 1543) fue defendido también por
Giordano Bruno (condenado a la hoguera en 1600) y
Galileo Galilei (obligado a abjurar en 1633 de su
Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo Tolemaico, e Coperniciano, 1632), encontrando su definitiva expresión en la
ley de la gravitación universal de
Newton,
cuyos términos (la atracción entre cuerpos en relación directa a la
masa e inversa al cuadrado de la distancia) estaban en el ambiente
intelectual desde el final de las décadas de 1660 antes de ser expuestos
ante la
Royal Society en 1686, lo que suscitó una acusación de plagio por
Robert Hooke.
Leviathan de
Hobbes (1651), uno de los textos fundadores de las modernas ciencias políticas (con
El Príncipe de
Maquiavelo -1513-,
Los seis libros de la República de
Bodino -1576-,
Mare Liberum35 de
Grotius -1609- o
Tratados sobre el gobierno civil de
Locke -1689-). En el siglo XVI fue decisiva la influencia de la
neoescolástica Escuela de Salamanca, mientras que en el siglo XVIII lo fueron los ilustrados franceses (
Montesquieu -
El espíritu de las leyes, 1748-,
Voltaire -
Candide ou l'Optimisme, 1759- y
Rousseau -
El contrato social, 1762-) y los italianos
Vico (
Principi di Scienza Nuova d'intorno alla Comune Natura delle Nazioni, 1725-1744) y
Beccaria (
De los delitos y las penas, 1764).
Dibujos realizados por
Galileo para representar su observación de la luna a través del telescopio (1616).
Desde la Antigüedad los conceptos de "ciencia" y "filosofía" eran
indisociables, en un esquema de las ramas del conocimiento (el
arbor scientiarum) que desde la Edad Media está presidido por la
teología (
philosophia ancilla theologiae -"la filosofía es esclava de la teología"-, tópico atribuido a
Pedro Damián).
36 La separación de los ámbitos de las llamadas "
ciencias útiles" y de las llamadas "
humanidades",
y el fin del uso del latín como lengua científica se fue produciendo
con mucha lentitud, y no antes del siglo XVIII; pero ya desde su
comienzo en la segunda mitad del siglo XV, la "
modernidad" de la "
Edad Moderna" significó en primer lugar la
secularización del pensamiento y la diferenciación entre "
letras humanas" y "
letras divinas", paso indispensable para convertir la "
filosofía natural" en un dominio autónomo que sólo se sometiera a la razón y a la experimentación, diferenciado del de las
ciencias morales,
humanas o
sociales (diferenciación que posteriormente será lamentada como una escisión intelectual entre
dos culturas). Tales subdivisiones fueron produciéndose a medida que el desarrollo de la historia cultural fue haciendo imposible que un "
humanista"
pretendiera dominar todas las ramas del saber (al menos en cuanto a la
capacidad objetiva de leer todo lo que se publicaba, ya que la
imprenta multiplicó las publicaciones). En torno a 1500
Leonardo da Vinci pudo ser un sabio universal. En la primera mitad del siglo XVII todavía
René Descartes podía ser a la vez óptico, geómetra, analista matemático, psicólogo, teórico del conocimiento y metafísico; mientras que
Spinoza pretendía demostrar la ética "de modo geométrico" y
Leibniz fue considerado "el último sabio universal".
37 Para redactar
L'Encyclopedie a mediados del siglo XVIII tuvo necesariamente que recurrirse a múltiples expertos en múltiples disciplinas especializadas.
Con la
revolución copernicana se inició un conflicto entre
la ciencia y la fe:
Miguel Servet y
Giordano Bruno
fueron quemados, uno por los protestantes y otro por los católicos (en
realidad las partes más problemáticas de su pensamiento no eran tanto
las científicas -
circulación sanguínea y
heliocentrismo,
respectivamente- como las propiamente religiosas, pero la clave residía
precisamente en el hecho de que tanto jueces como acusados compartían
la convicción de que ambos ámbitos estaban necesariamente vinculados),
mientras que
Galileo optó por retractarse. El propio
Copérnico fue ajeno a tales problemas, al no publicarse su obra hasta después de su muerte. Con un planteamiento muy distinto,
Blaise Pascal (
Pensées, 1669) concilió su conciencia científica con su conciencia religiosa aplicando
una "apuesta" probabilística que le demostraba la conveniencia de mantener creencias sobrenaturales; un
fideísmo compartido por algunos católicos, como Pascal, y algunos protestantes, como
Pierre Bayle, que llegó a proponer la completa separación de las esferas de la fe y la razón (
Dictionnaire Historique et Critique , 1697). La condena papal a
Galileo no se levantó explícitamente hasta el siglo XX, pero ya en 1741
Benedicto XIV (llamado "el papa de las luces") había otorgado el
imprimatur a sus obras completas, una vez que
James Bradley
había aportado una prueba óptica de la trayectoria orbital de la
Tierra. El conjunto de las obras heliocentristas fueron sacadas del
Index librorum prohibitorum en 1757. Pero no fue hasta después de la
Revolución francesa que fue posible una escena como la protagonizada por
Laplace y
Lagrange ante
Napoleón Bonaparte,
en la que se consideraba la existencia de Dios como una mera hipótesis,
que había pasado a ser innecesaria para explicar el mundo.
Las observaciones de
Tycho Brahe (
Tablas rudolfinas, 1627) llevaron a
Kepler a confirmar, muy a su pesar, la inviabilidad del sistema ptolemaico.
Christian Huygens desarrolló
una teoría ondulatoria de la luz (1678).
Evangelista Torricelli midió la
presión atmosférica con el primer
barómetro (1644).
Francis Bacon definió el
método experimental y
Robert Boyle fundó la "
filosofía de la naturaleza". Tras la precoz renovación del álgebra de
François Viète (1591), a finales del XVII
Isaac Newton y
Leibniz inventaron el
cálculo infinitesimal,
diferencial e
integral.
Con esas nuevas herramientas matemáticas, y sus investigaciones en
óptica y mecánica, Newton estableció el nuevo paradigma de las ciencias
físico-naturales, lo que permite hablar a finales del siglo XVII del
triunfo de una verdadera
revolución científica coincidente en el tiempo con la llamada
crisis de la conciencia europea que significó la apertura de una nueva época en la historia de la cultura y las ideas: la
Ilustración.
En 1738, la expedición de
Pierre Louis Moreau de Maupertuis para medir el
arco de meridiano terrestre verificó la corrección de la teoría de Newton, habiendo de desecharse la
teoría de los vórtices38 de Descartes.
Voltaire se convirtió en el principal propagandista de Newton y la ciencia moderna (
Épître sur Newton, 1736,
Éléments de la philosophie de Newton, 1738). La mecánica analítica se desarrolló en el siglo XVIII con
Varignon,
D'Alembert, Maupertuis,
Lagrange y otros, que también continuaron la obra de
Jakob Bernoulli sobre el análisis matemático (prolongada en la de su hermano
Johann Bernoulli y la de
Euler).
39 El formalismo en medios continuos permitió a
D'Alembert determinar en 1747 la ecuación de las
cuerdas vibrantes, y a Euler establecer en 1755 las ecuaciones generales de la
hidrodinámica, campo en el que
otros Bernoulli (
Daniel,
Hydrodynamica, 1738, y Johann) habían realizado importantes contribuciones. Tras que D'Alembert publicara su
Traité de dynamique (1743), en el que intenta reducir toda la
dinámica a la
estática, Maupertuis descubría el
principio de mínima acción, y
Lagrange publicaba
Mécanique analytique
(1788). La física experimental y el estudio de la electricidad tuvieron
un desarrollo significativo desde los años 1730, con los franceses
Nollet y
Du Fay, el holandés
Musschenbroek, los ingleses
Desaguliers y
Stephen Gray y el norteamericano
Benjamin Franklin. Al final del siglo desarrollaron sus trabajos
Charles de Coulomb y
Alessandro Volta.
Las
teorías del calor se desarrollaron a partir de Boyle y
Mariotte a finales del XVII (
Ley de Boyle-Mariotte, 1662, 1676).
Guillaume Amontons hizo importantes trabajos sobre los
termómetros a comienzos del siglo XVIII, que son pronto superados por los de
Fahrenheit y de
Réaumur. En 1741,
Anders Celsius
definió como extremos de su escala de temperaturas en cien grados la
ebullición y la congelación del agua, lo que fue adoptado por
Linneo en 1745 y confirmado en 1794 por el
sistema métrico decimal.
40 Todavía no había una diferencia conceptual entre temperatura y calor, hasta
Herman Boerhaave,
Joseph Black y finalmente
Antoine Lavoisier, que nombra a un fluido como "
calórico" (cuya inexistencia no se comprobó hasta el siglo XIX).
41
El mismo Lavoisier revolucionó la química al superar la
teoría del flogisto que venía utilizándose como paradigma de la
química pneumática desde
Becher y
Stahl hasta
Priestley (quien a pesar de descubrir el
oxígeno
como componente del aire que permitía la combustión y la respiración,
lo llamaba "aire desflogistizado"). La introducción de la noción de
elemento químico y el establecimiento de una
nomenclatura química funcional convirtieron al
Traité Élémentaire de Chimie de Lavoisier (1789) en el primer manual de una química establecida sobre bases científicas sólidas. La
alquimia quedó relegada al ámbito de las
pseudociencias.
Las
ciencias de la Tierra y la
biología conocieron un gran desarrollo a partir de los
primeros viajes de exploración científica, y del tratamiento de los datos obtenidos por
científicos de gabinete:
42 Buffon,
Linneo,
Georges Cuvier,
Jean-Baptiste Lamarck.
El fin de siglo ve la creación del
sistema métrico decimal, con el notable impulso de
Laplace.
43
44
-
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-
Observatio Domini Petri de Fermat, la anotación al margen de la
Aritmética de
Diofanto donde el joven matemático expuso en 1637 la llamada
conjetura de Fermat, que no pudo demostrarse hasta 1995.
-
Bomba de aire en una ilustración de
New Experiments ... Touching the Spring of the Air de
Robert Boyle (1661).
-
-
-
Edad Contemporánea
Reconstrucción teórica de las
isoglosas de las
lenguas indoeuropeas hacia el 500 a. C. En 1816, el artículo
Ueber
das Konjugationssystem der Sanskritsprache in Vergleichung mit jenem
der griechischen, lateinischen, persischen und germanischen Sprache de
Franz Bopp, fundó los
estudios indoeuropeos y la
gramática comparada; aunque la intuición de la conexión entre ese grupo de lenguas había sido publicada anteriormente por
William Jones (
The Sanskrit Language, 1786). La
lingüística
se convirtió en un referente fundamental incluso para otras ciencias,
tanto sociales como naturales, que seguían el nuevo paradigma
evolucionista, lo que se confirmó en el siglo XX con el
estructuralismo, que se derivó de las propuestas del
Cours de linguistique générale de
Ferdinand de Saussure (1913), y con la
gramática generativa transformacional planteada por
Noam Chomsky en
Syntactic Structures (1957).
45
La
Real Expedición Filantrópica de la Vacuna dirigida por
Francisco Javier Balmis (1803-1814) aplicó de modo sistemático el descubrimiento de
Edward Jenner (publicado en 1798). Otras
expediciones españolas de la época, muy ambiciosas, habían sido las mediciones hispano-francesas que llevaron a la definición del
sistema métrico decimal. La
expedición Malaspina (1789-1794) fue desaprovechada por cuestiones políticas; mientras que la de
Alexander von Humboldt (1799-1804) ha sido calificada como "segundo descubrimiento de América", pero no tuvo aplicación en España. La
expedición científica más trascendental de la época, y probablemente de la historia de la ciencia, fue la que realizó
Charles Darwin a bordo del
Beagle (1831-1836), pero hubo muchas otras (
James Cook,
Bounty -con su famoso motín-,
La Perouse,
Lewis y Clark, etc.)
Perfil trazado por
Charles Lyell en 1835, donde aparece el llamado "
roble de Lyell"
46
(cercanías de Estocolmo), la estimación de cuya edad, comparada con la
de otro roble, le permitió establecer el fenómeno actualmente denominado
ajuste postglacial.
Cuaderno de notas "sobre la transmutación de las especies" de
Charles Darwin
(1837) que contiene el primer diagrama de un árbol evolutivo y unos
apuntes en los que reflexiona sobre la necesidad teórica de la
existencia pasada de múltiples formas de vida extintas en la actualidad
para explicar la existencia de las actuales formas de vida.
El
galvanómetro de
William Thomson (Lord Kelvin) permitió la transmisión del primer
telegrama transatlántico, que tuvo que vencer también la gran dificultad del tendido del cable por el fondo oceánico (1858-1866).
El
nitrato de Chile, explotado masivamente como
fertilizante, y otros
abonos inorgánicos, aplicados a la agricultura científica desde 1840 (
Justus von Liebig), permitieron extraordinarios incrementos en los rendimientos, como posteriormente hicieron la llamada
revolución verde de mediados del siglo XX (
plaguicidas,
irrigación) y los
cultivos transgénicos
desde finales del siglo XX. Todas estas transformaciones han tenido, en
mayor o menor medida, oposición desde el punto de vista de la
protección del medio ambiente (
Rachel Carson,
Primavera silenciosa, 1962).
Esquema del
experimento de Milgram (
Behavioral Study of Obedience, 1963) que, como otros
experimentos sociológicos denominados
breaching experiment47 (
cárcel de Stanford,
Asch,
Robber's Cave)
demuestra la gran facilidad con que puede obtenerse la conformidad con
el grupo, el establecimiento de identidades y jerarquías y la obediencia
en los seres humanos, incluso forzando límites morales para llegar a
ejercer la
violencia contra "
el otro". El
conductismo (
behaviorism,
estímulo-respuesta) es un paradigma compartido por ciencias sociales y naturales, y ya eran muy conocidos los experimentos con perros y ratas de
Pavlov y
Skinner,
pero el referente intelectual más evidente era el asombro con el que se
había asistido a la desvelación de las técnicas terroríficas de
control social y
represión en los
totalitarismos nazi y soviético o las dictaduras latinoamericanas, incluyendo el papel que jugaron en el
Holocausto cada uno de los que contribuyeron a él por "
obediencia debida", y que en expresión de
Hannah Arendt se denominó "la
banalidad del mal" (similar a la de aplicación más general de
Erich Fromm: "
miedo a la libertad").
48 La aplicación de todo tipo de técnicas psicológicas y sociológicas innovadoras no se restringe a la
manipulación política (tanto en los sistemas
autoritarios como en los
democráticos),
49 ha sido una constante de campos tan diferentes como la
publicidad y la
educación (especialmente de las sucesivas versiones de la llamada
educación progresista). Para
Walter Lippmann era una función imprescindible para conseguir lo que denominaba "
consenso manufacturado".
Alfred Wegener, un meteorólogo alemán, expuso el 6 de enero 1912 su hipótesis de la
deriva continental,
basándose en pruebas geológicas y paleontológicas compatibles con una
distribución de los continentes actuales en la que se agrupaban como las
piezas de un puzzle. Publicó sus conclusiones en
Die Entstehung der Kontinente und Ozeane (1915). La teoría, que suponía un cambio de paradigma en las
ciencias de la Tierra, fue rechazada hasta que no se aparecieron datos cada vez más evidentes en su favor, como la existencia de las
dorsales oceánicas. Para el
Año Geofísico Internacional (1957-1958) ya era de aceptación general.
Secuencia del gen AMY1. El
proyecto Genoma Humano (
Craig Venter,
Francis Collins) culminó en el año 2000 medio siglo de hallazgos iniciados por el descubrimiento de la estructura del
ADN (
Francis Crick y
James D. Watson,
Molecular Structure of Nucleic Acids: A Structure for Deoxyribose Nucleic Acid, 1953) y el
código genético (
Severo Ochoa,
Arthur Kornberg,
Marshall Nirenberg,
Har Gobind Khorana,
Robert W. Holley,
etc.) El gran número de equipos de científicos implicados hace
imposible establecer una "paternidad" exclusiva de ninguno de los pasos
de este proceso, como ocurre en cualquier otro campo de la "
gran ciencia"
a partir del siglo XX: en realidad la ciencia y la tecnología son
productos sociales, sujetos a las interrelaciones y retornos del
complejo
CTS.
En el siglo XIX las matemáticas se refinaron con
Cauchy,
Galois,
Gauss o
Riemann. La geometría se revolucionó con la aparición de la
geometría proyectiva y las
geometrías no euclidianas.
La óptica sufrió una revisión radical con
Thomas Young y
Augustin Fresnel, que pasaron de una
concepción corpuscular de la luz (newtoniano) a una
concepción ondulatoria (prefigurada por Huygens). La electricidad y el magnetismo se unificaron (
electromagnetismo) gracias a
James Clerk Maxwell,
André-Marie Ampère,
Michael Faraday y
Carl Friedrich Gauss. La relación entre el maquinismo de la primera Revolución industrial (la
máquina de vapor) y la ciencia de la
termodinámica (
Sadi Carnot,
Clausius,
Nernst y
Boltzmann)
no fue de ningún modo la de un principio científico que se aplicara a
la técnica, sino más bien al contrario; pero a partir de la
Segunda Revolución Industrial, los
retornos tecnológicos se producirán fluidamente ("
era de los inventos", 1870-1910).
50 A finales del siglo XIX se descubrieron nuevos fenómenos físicos: las
ondas de radio, los
rayos X, la
radiactividad (
Heinrich Rudolf Hertz,
Wilhelm Röntgen,
Pierre y
Marie Curie).
Se descubren en el siglo XIX la casi totalidad de los
elementos químicos, permitiendo a
Mendeleiev el diseño de la
tabla periódica que predice incluso los no descubiertos. Se crea la
química orgánica (
Wöhler,
Kekulé).
La fisiología abandonó la teoría de la
generación espontánea y desarrolló las
vacunas (
Edward Jenner y
Louis Pasteur). La
biología se constituyó como ciencia gracias en gran parte a
Jean-Baptiste Lamarck,
que acuñó el término en 1802, proponiendo un nuevo paradigma: el
evolucionista, si bien con bases diferentes a las que terminarán
desarrollándose con
Darwin (
El origen de las especies, 1859). Se abandonó el
vitalismo a partir de la síntesis de la
urea,
que demostró que los compuestos orgánicos podían obtenerse por puras
leyes físico-químicas, como los compuestos inorgánicos. La
genética nació a partir de la obra de
Gregor Mendel (1866), pero presentada de una forma inaplicable, que hubo de esperar al siglo XX para que, tras reelaborarse (
leyes de Mendel,
Hugo de Vries,
Carl Correns y
Erich von Tschermak), fuera recibida por la comunidad científica y desarrollara su potencialidad.
La enseñanza tuvo un papel capital en el desarrollo de la ciencia y las técnicas en el siglo XIX.
51
Los Estados que democratizaron la enseñanza se dotaron de un contexto y
unos medios favorables a la investigación científica, y se garantizaron
permanecer en la vanguardia durante muchos años. El ejemplo emblemático
fue Francia, que tras su Revolución hizo de la ciencia uno de los
pilares de la escuela pública y las instituciones pre-existentes, que se
impulsaron notablemente (
Collège de France,
Muséum national d'histoire naturelle,
École Nationale Supérieure d'Arts et Métiers) o crearon ex-novo (
École polytechnique,
Conservatoire National des Arts et Métiers,
etc.) La sustitución de la Iglesia por el Estado como suministrador de
la educación convirtió al país a una especie de credo laico y
republicano, que no sólo
separó la Iglesia del Estado, sino de la ciencia. Con un proceso más gradual, semejantes resultados se tuvieron en el Reino Unido.
La profesionalización de la ciencia es una de las transformaciones
más notables de la actividad científica en la Edad Contemporánea.
52 Instituciones preexistentes (
universidades,
academias,
museos,
jardines botánicos)
se convirtieron en centros científicos en el sentido contemporáneo de
ese concepto, y marginalizaron los aportes de los científicos
aficionados. Desaparecen los
gabinetes de curiosidades, sustituidos por un
coleccionismo sistemático que nutrió las vitrinas de colecciones públicas y privadas. Los intercambios que eran tan corrientes entre
savants,
amateurs
y simples curiosos se hicieron cada vez más raros. Aun así, algunos
campos siguieron acogiendo el trabajo aficionado, como la astronomía, la
meteorología, la botánica, la ornitología o la entomología.
53 54
-
-
-
-
Una de las cartas escritas por
Galois
la noche anterior al duelo que le llevó a la muerte, y donde se esforzó
por dejar a la posteridad un extraordinario conjunto de ideas
matemáticas, expuestas precipitadamente (29 de mayo de 1832).
-
Las
ecuaciones de Maxwell
en una placa de bronce de su monumento. Inicialmente (1865) eran ocho,
que fueron agrupadas y reformuladas en cuatro (1884, después de su
muerte).
-
-
Estudios sobre la histeria, de
Freud (1895).
-
Dibujo de
Ramón y Cajal a partir de su estudios microscópicos neuronales (1899).
55
-
-
-
-
-
-
-
Secuencia de imágenes de rayos X de una fase del
Proyecto Manhattan (1943-1945) que desembocó en la primera bomba atómica.
-
-
Detalle del modelo de
ADN de Watson y Crick (1953).
-
El código genético (la correspondencia entre los tripletes del
ARNm y cada uno de los aminoácidos).
-
-
Véase también
Historias nacionales
Historias sectoriales
Ciencias formales
Ciencias naturales
Ciencias sociales, humanas o morales y políticas
Historiadores de la ciencia
La siguiente es una lista no exhaustiva de conocidos historiadores de la ciencia:
Bibliografía
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- Peter Bowler; Ian Morus (2007). Panorama general de la ciencia moderna. Editorial Crítica. ISBN 978-84-8432-862-9.
- A. C. Crombie (1987). Historia de la ciencia: De San Agustín a Galileo. Alianza Universidad. ISBN 978-84-206-2994-0.
- Alistair Cameron Crombie (1993). Estilos de pensamiento científico a comienzos de la Europa moderna. Universitat de València. ISBN 9788460087106. ISBN 978-970-07-7189-2.
- Patricia Fara (2009). Breve historia de la ciencia. Ariel. ISBN 978-84-344-8830-4.
- Alfonso Pérez de Laborda (2005). Estudios filosóficos de historia de la ciencia. Encuentro. ISBN 9788474907698.
- Jacob Bronowski (Manuel Carbonell, trad.) (1978). El sentido común de la ciencia. Península (Colección Historia/Ciencia/Sociedad 146). ISBN 84-297-1380-8.
- Miguel Artola y José Manuel Sánchez Ron, Los pilares de la ciencia, Madrid: Espasa, 2012, ISBN 9788467008494.
- Antonio Mingote (ilustraciones) y José Manuel Sánchez Ron (texto), ¡Viva la ciencia!, Barcelona: Crítica, 2008, ISBN 9788474238785.
- Miguel Ángel Quintanilla y José Manuel Sánchez Ron, Ciencia, tecnología y sociedad, Madrid: Santillana, 1998, ISBN 84-294-4976-0.
Documentales
Novela gráfica
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Real Academia Española (2014). «impredecibilidad». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa.. La palabra impredictibilidad, no recogida en el DRAE, tiene bastante uso en la bibliografía (incluso mayor que la forma que sí se recoge en el DRAE). En inglés, la forma usual es unpredictability. En la Wikipedia en inglés el enlace correspondiente redirige al término positivo, en:predictability ("predecibilidad"), existiendo también en:Predictable process ("proceso predecible");
fuente citada en ese artículo: van Zanten, Harry (November 8, 2004).
"An Introduction to Stochastic Processes in Continuous Time". Véase
también proceso estocástico y teoría de la probabilidad.
La palabra no se recoge en el DRAE, pero tiene uso bibliográfico. Predicative and Impredicative Definitions entry in the Internet Encyclopedia of Philosophy. Fuente citada en en:Impredicativity. Véase también paradoja de Russell, paradoja de Richard (Good, I. J. (1966), "A Note on Richard's Paradox", Mind 75, fuente citada en en:Richard's paradox -Jules Richard-), Douglas Hofstadter, Gödel, Escher, Bach.
Independientemente del mantenimiento de una ética científica (deontología profesional, bioética, ética de la investigación
-National Academy of Sciences. 2009. On Being a Scientist: Third
Edition. Washington, DC: The national Academies Press, fuente citada en en:Research ethics-), son inevitables los prejuicios, sesgos, intereses, tanto voluntarios como involuntarios, del investigador individual o colectivo, el destinatario de su investigación (patrocinadores
-públicos, privados-, clientes, beneficiarios -por ejemplo, los
pacientes de una enfermedad-, perjudicados -por ejemplo, sectores
económicos que devendrán obsoletos-, opinión pública general, lobbies
de intereses parciales) y los grupos sociales con quienes interactúan
(por pertenencia, amistad, enemistad, rivalidad, cooperación, emulación,
etc.); y las posibilidades o limitaciones del material investigado y
del instrumental con el que investiga en relación con la propia
naturaleza humana, sus sentidos y formas de conocer, que llevan
aparejados todo tipo de consecuencias para la actividad científica. En
ocasiones, la evidencia de la condición humana del conocimiento
científico es su propia expresión (solipsismo, principio antrópico).
Arthur Schopenhauer, The World as Will and Representation, Dover, Volume I. ISBN 0-486-21761-2. Erwin Schrödinger, What is Life? & Mind and Matter, Cambridge University Press, 1974, ISBN 0-521-09397-X.
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Reseña de la exposición "La Biblioteca Infinita - Los lugares del conocimiento en el Mundo Antiguo", 7/05/2014
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Comellas, op. cit., pg. 120. Es significativa la comparación de Leibniz con Descartes que se realiza por M. Bordas-Demoulin y F. Boullier en Du cartesianisme et de l'eclecticisme,
en Revue des deux mondes, 1843, pg. 938-939: "La historia de las ideas,
como todas las otras historias, ofrece accidentes cómicos. Leibniz, que había querido, en interés de la religión, castigar el sistema de Descartes por el procedimiento de señalar sus errores, llega de consecuencia en consecuencia a su famosa conclusión del optimismo,
es decir que priva a Dios de toda libertad, porque declara que Dios no
ha podido hacer otra cosa que lo que ha hecho, y que todo fue hecho para
lo mejor. Dios, en virtud misma de su derecho divino, se vio obligado a
formar el mejor universo posible. Y, sin embargo, con su optimismo,
¡Leibniz se cree cristiano! Si Leibniz consiguió, hacia el final del
siglo XVII, contrarrestar la influencia de Descartes, no lo hizo tanto
gracias a sus ideas dogmáticas sino por su vasta e inteligente erudición
en la historia de la filosofía. Descartes, Malebranche y Locke,
cada uno por diferentes motivos y en diferentes grados, habían
inspirado a sus contemporáneos un cierto desprecio de la sabiduría
antigua. Leibniz la honraba, su gran espíritu no aceptaba representar el
papel ya visto de la revuelta contra Aristóteles. Monsieur
Bordas-Demoulin pretende que Leibniz no se ocupa de lógica más que para
oponer Aristóteles a Descartes y adornarse con el título de sabio
universal. En estas palabras hay una gran ligereza. ¿Cómo Monsieur
Demoulin, quien ha leído mucho a Leibniz, no se acuerda del primer
capítulo de los Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano? [ Nouveaux Essais sur l’entendement humain, publicados en 1765 y redactados en 1704, son una refutación capítulo por capítulo del Ensayo sobre el entendimiento humano de Locke,
1689; en forma de diálogo entre un empirista, Philalète, que representa
la opinión de Locke, y un racionalista, Théophile, que representa la
opinión de Leibniz - gallica.bnf.fr fuente citada en fr:Nouveaux Essais sur l'entendement humain - ], donde uno de los interlocutores, Théophile, dice así: «¿Hace falta que te dé la noticia de que ya no soy cartesiano [ Cartesio es la latinización de Descartes ], y que sin embargo estoy más distante que nunca de tu Gassendi [ Pierre Gassendi (1592-1655), sacerdote y astrónomo, que pretendía conciliar a Epicuro con el cristianismo limitando los átomos
a un número finito y atribuyendo su creación e impulso a Dios ] a quien
de todas formas también reconozco el saber y el mérito? Me ha
impresionado un nuevo sistema del que he leído alguna cosa en las
revistas científicas [journaux des savans] de París, de Leipzig y de Holanda, y en el maravilloso diccionario de Monsieur Bayle, artículo Rorarius [ latinización de Girolamo Rorario -D. Des Chene, 2005, ‘Animal’ as category: Bayle’s “Rorarius”-
]. Desde entonces, me parece ver una nueva cara del interior de las
cosas. Este sistema parece combinar Platón con Demócrito, Aristóteles
con Descartes, los escolásticos con los modernos, la teología y la moral
con la razón. Parece que toma lo mejor de todos lados, y después de eso
va más lejos de lo que nunca hemos estado.» He ahí la clave de la
filosofía leibniziana. Esta filosofía, en el pensamiento de su autor,
era la conclusión pacífica del movimiento insurreccional de Descartes;
era también la resurrección necesaria de los resultados de la sabiduría
antigua, que había sido abandonada en un olvido injurioso; era, en fin,
una audaz pretensión de los mejores resultados. Es el destino de todos
los innovadores el ser seguidos a medias, y a medias contradichos, por
los eclécticos. Tras Aristóteles y Platón ¡qué nube de conciliadores!
Leibniz, que por sí solo vale un ejército de filósofos, emprendió el
cierre de la revolución cartesiana mediante una transacción que él
consideraba satisfacía las pretensiones legítimas de todos los grandes
sistemas tanto como todas las exigencias de la razón y de la fe. La
transacción fue desgarrada por Kant,
que ha representado en el último siglo un papel revolucionario análogo
al de Descartes, y que nosotros hemos visto en nuestros días representar
por Hegel,
retomando por otras vías la obra de Leibniz, desarrollar un sistema con
el que ambicionaba abrazar y conciliar todo. En cuanto a Schelling, es probable que termine como Malebranche, sin querer discutir, y en el seno de la fe."
Les principes de la philosophie (1644), fuente citada en en:Mechanical explanations of gravitation#Vortex (explicaciones mecánicas de la gravitación).
Robert Locqueneux, Une histoire des idées en physique, Paris, Vuibert, 2006: Plantilla:P.
Robert Locqueneux, Une histoire des idées en physique, Paris, Vuibert, 2006, Plantilla:P.
Lavoisier, Traité élémentaire de chimie, 2 vol, 1789
"Dorinda
Outram ha señalado cómo a principios del XIX la oposición entre un
espacio interior -receptor del flujo de la información- y otro exterior
-un espacio abierto y emisor de información- genera un discurso sobre la
distancia respecto al objeto necesaria para rentabilizar toda la
información recibida. Según se sea un expedicionario o un científico de
gabineta se estará en condiciones de realizar un trabajo más o menos
global" (Nuria Valverde, Actos de precisión: instrumentos científicos, opinión pública y economía, CSIC, 2007; cita como fuente a Outram, New spaces in natural history).
O ciencia en la Ilustración, ciencia ilustrada.
Conant, James Bryant, ed. 1950. The Overthrow of the Phlogiston Theory:
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La
utilización de términos como "democrático", "totalitario" y
"autoritario" es en sí misma un problema para las ciencias políticas,
cuyo lenguaje es particularmente ambiguo (Jesús Palomar, La ambigüedad del lenguaje político, 2011). El primero, de origen en la Grecia clásica (democracia ateniense), fue prácticamente un término peyorativo hasta la revolución americana, y fue analizado sociológicamente por Alexis de Tocqueville (La democracia en América, 1835-1840); el segundo nació como un término autodefinitorio del fascismo, y pasó a ser peyorativo con su derrota en la Segunda Guerra Mundial, identificándose con el comunismo soviético por Karl Popper (La sociedad abierta y sus enemigos, 1945) y Hanna Arendt (Los orígenes del totalitarismo, 1951); el tercero fue definido por el psicoanálisis y el estructuralismo (Wilhelm Reich, Massenpsychologie des Faschismus - Verlag für Sexualpolitik, 1933, Erich Fromm, Theodor W. Adorno, The Authoritarian Personality,
1950) y terminó por utilizarse en oposición a "totalitarismo" para
matizar la denominación de ciertos regímenes dictatoriales (Juan José Linz, An Authoritarian Regime: The Case of Spain, 1964).
The
Age of inventions refers to the time from 1870 to 1910 when new
machines and new ways of producing goods and services altered life
forever.... From testing their ideas to getting patents to beating the
competition, inventors met challenges from beginning to end.... the
important inventions of the electric light bulb, the telephone, a new
way to produce automobiles, and the airplane (Ann Rossi, The Age of inventions -material didáctico-). Para los inventos señalados en este texto, véase Thomas Alva Edison, Nikola Tesla, Alexander Graham Bell, Antonio Meucci, Henry Ford, hermanos Wright.
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History of Chemical and Biological Warfare. 2002. Fuente citada en en:Military funding of science, redirige a en:History of military technology
La
comparación de las trayectorias científicas de Freud y Cajal ha sido
particularmente fructífera, puesto que fueron contemporáneos y a
principios del sigo XX obtuvieron ambos el reconocimiento internacional.
No obstante, la repercusión histórica de ambos ha seguido trayectorias
diferentes: Aunque durante la mayor parte del siglo XX parecía que la
talla de Freud era incomparablemente mayor, por su descubrimiento del
continente desconocido del subconsciente, que le convirtió en un
referente cultural de primer orden (en expresión de Paul Ricoeur, uno de los tres "maestros de la sospecha", con Nietzsche y Marx), desde finales del siglo, el psicoanálisis ha sido objeto de un creciente desprestigio, que para el mainstream científico le ha dejado reducido al ámbito pseudocientífico de las terapias alternativas, junto a la homeopatía, la naturopatía y las medicinas orientales. Por el contrario, la neurociencia, basada en la teoría neuronal
de Cajal, comenzó a dar pasos cada vez más firmes para establecerse
como un campo de conocimiento con notables expectativas de desarrollo, y
aplicación incluso a las ciencias sociales, precisamente desde finales
del siglo XX. Dolores Albiac, Las memorias de Santiago Ramón y Cajal: En
"Historia de mi labor científica" cuenta [Cajal] que durante una etapa,
al comienzo de su ejercicio profesional, este afán por desentrañar
«misterios» le llevó a estudiar las tesis de Freud para aplicar el
método hipnótico al análisis de ciertos fenómenos inexplicables que no
estaba dispuesto a dejar en el terreno de lo maravilloso hermético. Y
algo de estas experiencias está en "El fabricante de honradez", recogido
en "Cuentos de vacaciones" —curiosa incursión del científico en el
ámbito de la creación literaria—, donde plantea el caso de un falso
suero antipasional. Ángela Boto, El siglo del cerebro, El País, 26 de marzo de 2006: "Somos
conscientes sólo de una pequeña parte de lo que ocurre en nuestro
cerebro, y no hay por qué suponer que el cerebro es sólo el que es
consciente". Curiosamente, parece que el círculo se cierra porque Cajal
compartió época con el padre del psicoanálisis y sus teorías sobre la
fuerte influencia del subconsciente en el comportamiento. De hecho, este
mismo año, Austria conmemora el 150º aniversario del nacimiento de
Sigmund Freud. Mientras que Cajal trataba de desentrañar los misterios
del cerebro escudriñando sus caprichosas estructuras e imaginando cómo
se transmitía la información por el entramado neuronal, Freud intentaba
descifrar los rincones ocultos de la mente descodificando, entre otras
cosas, sus productos. Y llegado el siglo XXI, los neurocientíficos
amalgaman las dos tendencias: abordan las preguntas de Freud con las
herramientas heredadas de Cajal. El entrecomillado es de Alberto Ferrús, codirector del Instituto Cajal. Mo Costandi, Freud was a pioneering neuroscientist, en The Guardian, 10 de marzo de 2014: Before
his rise to fame as the founding father of psychoanalysis, however,
Freud trained and worked as a neurologist. He carried out pioneering
neurobiological research, which was cited by Santiago Ramóny Cajal, the
father of modern neuroscience, and helped to establish neuroscience as a
discipline. J.
Elguero, «Metodología de la investigación: los ejemplos de Cajal y de
Freud», Discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales, Madrid, Mayo de 2004. Juan Francisco Rodríguez, Vidas cruzadas, Cajal Y Freud, conferencia inaugural del curso 2009-2010 del Instituto Estudios Psicosomáticos y Psicoterapia Médica
J.L.
Greenberg: The problem of the Earth's shape from Newton to Clairaut:
the rise of mathematical science in eighteenth-century Paris and the
fall of "normal" science. Cambridge: Cambridge University Press, 1995 ISBN 0-521-38541-5. Fuente citada en en:History of geodesy
Simberloff,
D. (1980). "A succession of paradigms in ecology: Essentialism to
materialism and probabilism". Synthese 43. Fuente citada en en:History of ecology
Gohau,
Gabriel (1990). A history of geology. Revised and translated by Albert
V. Carozzi and Marguerite Carozzi. New Brunswick: Rutgers University
Press. ISBN 978-0-8135-1666-0. Fuente citada en en:History of geology
- MacIntyre,
Alistair (1998). A Short History of Ethics: A History of Moral
Philosophy from the Homeric Age to the 20th Century. Routledge. Fuente
citada en en:History of ethics
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