miércoles, 28 de agosto de 2013

LA CHARIA Y LA MUJER.

 Musulmán uigur con sus dos mujeres y sus seis hijos. Xinjiang, China.

En los países en los que la charia se ha convertido de nuevo en código legal, las mujeres han sentido de un modo terrible costumbres discriminatorias que creían olvidadas, ya que, como se trata de leyes pensadas para épocas pasadas, resultan muy poco adecuadas en el mundo actual, donde las mujeres quieren y deben tener los mismos derechos que los varones.
En la charia, ciertos comportamientos, sobre todo con respecto a las mujeres, como el adulterio, son penados severa y públicamente. Es conocida la lucha que existe, en países como Nigeria, contra una legislación religiosa que condena a una muerte terrible a quienes cometen adulterio.
La monogamia es la unión matrimonial legal entre una mujer y un hombre. La poligamia es la práctica que contempla más de un compañero. Tiene además dos variantes. La poliandria, que consiste en que una mujer se case con varios hombres, y la poliginia, que consiste en que un hombre se case con varias mujeres.
En el islam, se practica la poliginia y a un varón le está permitido tener hasta cuatro mujeres, aunque Mahoma podía de modo excepcional tener más.
En la actualidad, la gran mayoría de los musulmanes son monógamos e incluso la poliginia está prohibida en algunos países islámicos como, por ejemplo, en Túnez.
En el Corán se pone una condición para que un varón tenga varias esposas: que sea capaz de tratarlas a todas de modo igual. La clave para ilegalizar la poliginia la da entonces el propio Corán (azora 4, aleya 129): «No podréis ser equitativos con vuestras mujeres, aun si lo deseáis».

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