miércoles, 28 de agosto de 2013

LA MECA.

La Meca durante la peregrinación de 1998. La Meca durante la peregrinación de 1998.
 
Desde que Mahoma cambió la quibla, que anteriormente se orientaba hacia Jerusalén, los musulmanes dirigen sus plegarias hacia La Meca cinco veces al día, por lo que su importancia es extraordinaria.
El cuarto pilar del islam es precisamente la peregrinación mayor a La Meca. Todo musulmán adulto que tenga las condiciones físicas y el respaldo económico necesarios debe realizarla por lo menos una vez en su vida.
Los musulmanes rememoran así el regreso de Mahoma a su ciudad natal el año en que murió, y la posesión ritual del que fue centro de culto preislámico, centrado en la Kaaba.
El rito exige de los peregrinos una serie de normas que comienzan por la vestimenta. Deben ponerse un traje blanco de dos piezas sin ningún tipo de adorno. Esta sencillez suprime cualquier diferencia social entre ellos. Además deben abstenerse del derramamiento de sangre y de actos como el de cortarse las uñas o el pelo. No son extrañas las muertes de peregrinos ancianos, dado el esfuerzo físico y el duro clima de la zona. En contra de lo que pueda parecer, se considera una bendición fallecer cumpliendo con esta obligación islámica, puesto que, según la tradición, se perdonan los pecados del creyente.
El desarrollo de las comunicaciones y los transportes ha facilitado el cumplimiento de la peregrinación a los musulmanes de todos los lugares del planeta. Muestra de ello es la afluencia masiva a La Meca, donde se reúnen millones de personas todos los años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procura comentar con libertad y con respeto. Este blog es gratuito, no hacemos publicidad y está puesto totalmente a vuestra disposición. Pero pedimos todo el respeto del mundo a todo el mundo. Gracias.