VocTEO
Con
esta expresión o con la equivalente, más genérica, «appetitus naturalis
beatitudinis », se indica la orientación de hecho, constitutiva e ineliminable,
de la naturaleza humana hacia la visión intuitiva de Dios, fin último del
hombre.
En
la historia de la teología no encontramos una reflexión explícita sobre este
deseo natural de ver a Dios prácticamente hasta santo Tomás. Pero esto no
quiere decir que los Padres de la Iglesia ignorasen por completo este aspecto:
para ello no hay duda alguna de que el fin último del hombre consiste en la
visión de Dios y en la « divinización » (cf. Agustín, Co,.lf 1, 1 : «Señor,
nos has hecho para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en
ti»).
Santo
Tomás habla del desiderium naturale visionis Dei en toda una serie de textos (cf.
S. Th. 1, q. 12, a. 4-5: 1-11, , De veritate, q. 27. q. 5, a. 5. , 5. Th. 1, q.
1 2, a. 1 : 1-11, q. 3, a. 8) en los que se observa una doble perspectiva: por
una parte, la visio Dei parece ser absolutamente trascendente, sobrenatural: por
otra, parece ser tan sólo objeto del deseo natural del hombre. Esta aparente
contradicción entre deseo natural y fin sobrenatural dará origen, en los teólogos
sucesivos, a arduas discusiones.
Inicialmente,
los primeros discípulos de santo Tomás (E. Romano, H. Natale, Paludano) no
sintieron ninguna dificultad ante esta aparente contradicción. Pero en el siglo
XVI, en reacción contra Lutero, que no distinguía ya adecuadamente entre
natural y sobrenatural, el lenguaje de los teólogos se hará más cauto. Así
ocurre, por ejemplo, con Cayetano, que, comentando al doctor angélico, prefiere
hablar de deseo lícito, no natural o innato, es decir, de un deseo que supone
el conocimiento de la visión de Dios por medio de la revelación. Este deseo
sin la ayuda de la gracia resulta ineficaz y puede decirse «natural» sólo en
el sentido de que no repugna a la naturaleza, de que tiene una potencia
obediencial al orden sobrenatural. Esta explicación, que comparte también Bañez,
encontrará una gran adhesión en casi todos los teólogos, sobre todo después
de la condenación de algunas proposiciones de Bayo (cf DS 1901 1980), que ponía
en ia naturaleza humana una auténtica exigencia de la visión beatífica,
comprometiendo la libertad de Dios y la gratuidad del orden sobrenatural. La
excesiva insistencia sobre la separación entre lo natural y lo sobrenatural
para salvaguardar la gratuidad de este último llevará a la teología a una
concepción extrínseca de este deseo: la visio Dei es algo añadido
exteriormente a la naturaleza humana.
A
comienzos de este siglo, sin embargo, hubo toda una corriente de pensamiento ,
la « Nouvelle Théologie » , que reaccionó frente a este extrinsecismo de la
doctrina católica sobre el desiderium naturale visionis Dei, proponiendo un
retorno a la interpretación inicial de santo Tomás. Pero no siempre los teólogos
lograron mantener el equilibrio debido: si antes se había pecado de
extrinsecismo, ahora se corría el riesgo de caer en un excesivo inmanentismo,
hasta el punto de que Pío XII, en la encíclica Humani generis de 1950, lamentó
el hecho de que se llegara a afirmar que Dios no podía crear
a unos seres dotados de inteligencia sin ordenarlos y llamarlos a la visión
beatífica (DS 3891). Esta afirmación, condenada por el papa, equivalía
naturalmente a la negación de la gratuidad de la elevación al orden
sobrenatural.
La
orientación general de la teología actual es la afirmación de la existencia
del desiderium naturale visionis Dei, precisamente porque este deseo es la
prueba tangible de que el orden sobrenatural no es algo puramente extrínseco o
simplemente yuxtapuesto a la naturaleza humana. En el desiderium naturale
visionis Dei hay una apertura sobrenatural: la trascendencia no excluye la
inmanencia: Dios nos ha creado desde el principio para hacernos «hijos en el
Hijo» (cf. Ef 1,3-6), para hacernos partícipes del misterio absolutamente
gratuito de la encarnación de su propio Hijo.
G.
Occhipinti
Bibl.:
J Alfaro, Desiderium naturale, en LTK, 111, 248-250: K, Rahner, Sobre la relación
entre la naturaleza y la gracia, en Escritos de teología, 1, Taurus, Madrid
1961 : Íd., Naturaleza y gracia, en Ibíd. 1V 21-243; H. de
Lubac, Él misterio de lo sobrenatural, Estela, Barcelona 1970, 473-510; O.
Turiel, El deseo natural de ver a Dios, en Atti dell'VIII Congresso tomistico
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