jueves, 30 de mayo de 2013

EL SERMÓN DE BENARÉS.

 Monjes budistas en oración en un monasterio de Bangkok.
Monjes budistas en oración en un monasterio de Bangkok.

La idea principal del sermón es la que se encuentra en el siguiente extracto:
«Esta es la verdad sobre el dolor: nacer es dolor, envejecer es dolor, enfermar es dolor, morir es dolor, juntarse con lo que no nos gusta es dolor, separarse de lo que amamos es dolor, no conseguir lo que deseamos es dolor [...] La causa del dolor es la sed que lleva a querer volver a vivir, a buscar lo que nos gusta [...] Pero para que el dolor desaparezca hay que cortar con esa sed de existir, rechazarla, liberarse de ella. El camino para que desaparezca el dolor tiene ocho partes: opinión correcta, pensamiento correcto, palabra correcta, actividad correcta, medios de vida correctos, esfuerzo correcto, atención correcta y concentración correcta. Este es el noble camino óctuple que extingue el dolor y lleva a la liberación.»
El budismo parte de la afirmación del carácter insoslayable del dolor. Considera que existen diferentes tipos de sufrimiento que encuentra el ser humano a lo largo de su vida. Hay situaciones que producen inquietud y dolor, en definitiva, sufrimiento. Algunas de estas situaciones son la presencia de la enfermedad, el miedo a la vejez, el miedo a amar y no ser amado o a amar y perder a la persona amada, el miedo a fracasar en la vida y no conseguir nuestros objetivos, el estar sujetos a algo que disgusta, o, incluso, el tener un mal carácter que produce rechazo en otros, aunque esto último en muchas ocasiones no sea conscientemente aceptado.
De ahí que el budismo considere que el dolor es universal. Incluso en el placer mayor se esconde el dolor, puesto que en algún momento acabará y se producirá entonces de nuevo el dolor. Esto es lo que los budistas denominan la primera noble verdad.
La segunda noble verdad expone que la causa del dolor es el deseo de volver a vivir, de buscar lo que se ama. El problema, según Buda, es que deseamos siempre o casi siempre con un fin egoísta y esto acaba produciendo mayor sufrimiento. La solución estaría en la supresión del dolor a través de la eliminación de la sed de existir. Pero esta supresión no consiste en una renuncia completa a la vida. Se trata de una transformación de los puntos de vista que rigen el vivir, por medio de comprender, actuar y meditar. Esta es la tercera noble verdad.
La cuarta noble verdad expone la manera de superar ese deseo y acabar con el sufrimiento. Tiene ocho partes y es lo que los budistas denominan el «noble camino óctuple».


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